Empujar Una Roca Con Palillos de Dientes
"Mas la palabra del Señor permanece para siempre" (1 Pedro
1:25).
Intentar destruir o defender la Palabra de Dios es como
tener dos hombres, un de cada lado, intentando empujar, con
palillos de dientes, el Peñón de Gibraltar. Mientras un
intenta empujarla para la frente, el otro intenta empujarla
para detrás. ¡El Peñón se mantendrá firme, no importa lo que
un u otro haga!
La Palabra de Dios es nuestro manual de conquistas. Ella nos
enseña el camino para la perfecta felicidad. Trae la mensaje
de nuestro Salvador y nos conduce por las sendas de la
voluntad de nuestro Padre celestial.
En ella encontramos confort en las horas de sufrimiento,
ánimo en los momentos de angustias, esperanza cuando todas
las puertas parecen cerradas para nosotros, fe cuando nada
más nos puede salvar sino un milagro. Ella nos muestra la
salvación cuando la perdición parece cierta.
Algunos podrán decir que La Biblia es un libro de fábulas.
Otros dirán que es realmente inspirada por Dios y un guía
para nos llevar a la vida eterna. Algunos dirán que está
llena de historias sin importancia. Otros dirán que sus
enseñanzas son una fuente de sabiduría y vida. Algunos
intentan desmoralizarla y otros sostienen su valor para los
que confían en Dios.
Pero, nada alterará el hecho de ser la Palabra de Dios viva
y eficaz y de que permanecerá para todo lo siempre. Ella nos
mantiene en el centro de la voluntad de Dios y llena nuestra
alma de goce y satisfacción. Transforma nuestra tristeza en
regocijo y nuestro malhumor en una sonrisa contagiante. Es
el libro más importante de nuestras vidas.
Se existen muchos que continúan con palillos en la mano
intentando mover el Peñón de Gibraltar, eso no nos importa.
Se existen algunos que no se cansan de desmerecer la Palabra
del Señor, también no nos importa. Lo que importa es que la
hemos guardado en el corazón y que queremos, como ella,
permanecer para siempre junto a nuestro Señor Jesus Cristo.
Paulo Barbosa
Un ciego en el Internet