LA HUMILDAD
Se define según el diccionario, como: Humildad o el hecho de ser humilde, es la característica que define a una persona modesta, alguien que no se cree mejor o más importante que los demás en ningún aspecto. Es la ausencia de soberbia.
En una vida pasada, hace casi 8 años, unas personas “humildes” de boca, pero no de hechos, ni vocación, se convirtieron en verdugos a “sueldo”, (un sueldo imaginario que sólo la lealtad entre policías hace) de la soberbia de una sola persona, de la falta de humanidad y sensibilidad marcada por el odio, un odio que sutilmente invocó en sus “verdugos” para que la “victima” su ex mujer fuera tratada de la peor manera existente, por el mero echo de haberle dicho no al amor junto a él.
Utilizándolos de escudo de satisfacción en sus más míseros detalles, bajo mentiras y engaños.
La mujer desamparada y exhausta por la humillación constante recibida por “los verdugos a sueldo”, decidió encerrarse en sí misma, junto a los que realmente la amaban, respetaban, y la ayudaban a superar las traiciones recibidas por los que cerca de ella se hallaban, fingiendo ser sus amigos o confidentes cuando realmente con puñal en mano una y otra vez se lo cavaban en su espalda.
Esa mujer, sin ella saberlo se hizo cada día más fuerte, a sabiendas de su destino próximo, de aquel que ya había sido decidido.
No luchó en contra de ese destino, pues no lo quería, deseaba ser libre en su totalidad, amaba la vida y a las personas que realmente valían la pena. Quería, y deseaba con todas sus fuerzas, luchar por una vida mejor, donde la venganza no existiera ni las mentiras inventadas, luchar por una vida llena de humildad, sin recuerdos amargos, y sin lloros escondidos.
Gracias a Dios, que lo consiguió, la incomprensión recibida en esa vida pasada, es pasado, ahora tiene una vida llena en su totalidad, de humildad, sin rencores, de amor y respeto, pero jamás olvidará lo que en su día hicieron los “verdugos a sueldo” con su persona, para no ser como ellos nunca, para recordarse a sí misma donde no debe estar jamás.