Decir adiós no siempre lastima al corazón
Hoy justamente me he puesto a pensar en esa persona que había sido el amor de mi vida, 5 años al lado de ella, terminando y volviendo, pienso en las veces que mi familia me prohibió verme con él, en todos los obstáculos que nuestra relación superó, fueron años de rebeldías, mi actitud no era la misma, me volví una niña altanera, rebelde, desafiante, por culpa del amor de mi vida.
Ahora que ha pasado un año, que he madurado emocionalmente, veo las cosas completamente diferentes y entiendo el motivo por el que nadie quería que esa relación existiera, y ahora que un nuevo amor ha llegado a mi vida me doy cuenta que nunca lo amé, que sólo me ilusioné y me encapriché con algo que me prohibieron, gracias a Dios porque después de quitarme las vendas de los ojos me pude dar cuenta que el amor cuando llega, llega sin avisar, llega con aceptación y llega a cambiar tu vida y tu corazón.
Y porque hoy esa persona está cambiando mi vida es que digo que hoy soy una nueva persona y entiendo que decir adiós no duele cuando se trata de una persona que jamás has amado y a mí no me dolió irme sin despedirme, pero si me dolería si mi nuevo amor se fuera sin decir adiós. Hoy amo y recuerdo que vivir una ilusión no es vivir un gran amor. El que ama lucha y el que ama lo entrega todo de sí. Te amo mi amor.