¿QUÉ ES UN ANGEL?
Otras personas suelen verlos con apariencia de niños o jóvenes resplandecientes, durante la noche a los pies de la cama, o en los lugares y momentos más insospechados. La constante en estos casos suele ser una sensación de bienaventuranza, de felicidad e intenso bienestar, que en unas ocasiones dura un momento y en otras varios días o incluso semanas, pero que ya no puede ser olvidada, por mucho que se prolongue la vida de quien tuvo tal experiencia. En sus apariciones en forma humana la sensación que suele prevalecer es también un profundo bienestar, una gran tranquilidad, serena y apacible, independiente de que nos saquen de algún apuro. En su libro Vislumbres del mundo Invisible, el Dr. Lee relata cómo en un incendio ocurrido en el londinense barrio de Holborn un ángel salvó a un niño de morir abrasado. Las llamas habían tomado tal incremento que los bomberos se vieron obligados a dejar que el fuego devorase dos edificios, dedicándose únicamente a intentar salvar a sus moradores. Lograron salvarlos a todos menos a dos: una anciana que murió asfixiada por el humo antes que ellos llegaran y un niño de cinco años de quien nadie se había acordado ante la turbación y el pánico causado por el fuego. El olvido tenía explicación en parte, pues dicho niño no vivía usualmente en aquella casa, sino que, debiendo su madre desplazarse a Colchester aquella noche por asuntos de familia, lo había confiado a la hospitalidad de una parienta suya, inquilina de uno de los edificios siniestrados. Cuando todos estuvieron a salvo y los edificios se veían ya totalmente envueltos en llamas, se acordó con espanto aquella mujer del niño que le habían confiando. Sintiéndose incapaz de regresar ella misma a la casa en busca del niño, su llanto era desesperado. Un bombero se decidió intentarlo y tras ser informado de la situación exacta de la alcoba penetró heroicamente en aquel infierno de fuego y humo. Un minuto después reaparecía con el niño sano y salvo, sin el más leve chamusco. El bombero refirió que la alcoba estaba ardiendo y con la mayor parte del suelo hundido, pero que las llamas, en contra de su tendencia natural, se retorcían hacia la ventana de un modo tal que jamás él había visto en su larga experiencia profesional algo semejante, dejando enteramente intacto el rincón donde estaba la cama del niño, pese a que las vigas del techo ya se veían medio quemadas. Dijo que encontró a la criatura presa del natural terror, pero que al acercarse vio una figura blanca inclinada sobre el lecho, en actitud de cubrir al niño con la colcha. Añadió que no había sido víctima de alucinación, y que lo pudo ver con toda claridad durante unos segundos, aunque desapareció al acercarse él a la cama. Una circunstancia curiosa de este caso es que aquella misma noche la madre del niño no fue capaz de conciliar el sueño en su alojamiento de Colchester, atormentada por la idea de que a su hijo le amenazaba una desgracia. Tan fuerte era su presentimiento que finalmente se levantó y oró, pidiendo al Cielo protección para su hijo.
Continua...
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