Siempre te vi escultura que Fidias cincelara, mas desde hace algún tiempo te veo tal cual eres, a nivel de la tierra, como si te nombrara divinidad, y al punto, una entre las mujeres.
Tal vez logró encumbrarte mi numen creativo, y fijó al fin tu grado mi condición humana. Ay, que has venido a menos, con causa o sin motivo, y no eres ya la antigua, mágica filigrana.
Doble amante
Me hablas con resonancia de castillo desde la altura de tu mente alada, y al percibir la fiera llamarada dentro de ti, en tu desnudez me ovillo.
Te hago el amor. Me encierra el doble anillo de tus brazos y muslos; delicada y voraz a la vez, dices callada cuanto quiero escuchar, y eres rodillo
laminando las ansias de mi celo con tan blanda opresión de terciopelo que más me atrapa cuanto más audaz.
Doble amante, de espíritu y sentido, eres casi mi nombre y apellido, ajena a bagatelas o disfraz. Los Angeles, 7 de septiembre de 2011
Original de
Francisco Alvarez Hidalgo
Cristian Castro - Amor, Amor
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