Les he llamado a mirar a su alrededor, a mirar las señales de los tiempos, a mirar la conducta de los animales. Les invité a mirar con atención las estaciones climáticas y la variación de las mismas.
El mundo vivirá de angustia en angustia, el calor será llevado a donde hacía frío y el frío a donde hace calor. Los animales, al cambiar sus costumbres y morir de improviso, pondrán a pensar al hombre, pero los hombres se quedarán sin mirar la realidad.
Los animales son testigos de cuanto se acerca, les darán señales de lo que les anuncio. Los cambios climáticos, el comportamiento abrupto de los elementos, la conducta variada de los animales y la conducta alterada del ser humano, dejan a la vista que cuanto se vive no es lo normal, sino un signo palpable de la cercanía de aquello que el hombre no desea mirar. Una vez más les llamo a mantenerse atentos a la naturaleza, a los animales, que cambian sus hábitos ante lo que se cierne sobre la humanidad. El astro sol trae dolor al hombre.
No pasen desapercibido el actuar de los animales, les advierten sobre los acontecimientos que están por venir. Los animales buscan despertar al hombre para que reaccione y se mantenga alerta ante lo que de las entrañas de la tierra viene acercándose a la superficie. Hoy la tierra se encuentra envejecida. Cansada, la naturaleza busca desesperadamente reencontrarse a sí misma, renovarse. Busca el Amor que la creó. Busca a su Dios. Constantemente gime, y en cada gemir hacia lo alto, el hombre sufre los embates de la misma.
No olviden que al acercarse el padecimiento de esta generación, son llamados por medio de las fuerzas de la naturaleza para que atiendan. Los embates de la naturaleza continuarán precipitándose uno tras otro, y no son más que el preámbulo de la cercanía del AVISO; éste será el medio para que el hombre haga un alto en su caminar. En este instante presente, Mis hijos lloran a causa de la angustia de la naturaleza, que desea que el hombre, imagen y semejanza de Dios, retorne a su Creador. Pero los Míos no ven, y cada vez darán más y más poder al mal, hasta que éste les lleve a la desesperación.
No sean indiferentes a cuanto acontece en la creación, no permanezcan ciegos ante los desastres naturales que no son otra cosa que la misma naturaleza sintiéndoles indiferentes a Su Creador. ¡Cuántos me llaman Padre, y en su corazón reina la maldad! ¡Cuántos pronuncian Mi Nombre y profieren blasfemias con igual facilidad! La creación Me reclama, el hombre me desprecia.
La misma naturaleza les irá marcando el paso. Ella se rebela contra el hombre cada día más, ella que es afín a nuestra Voluntad, se rebela contra el mismo hombre que le hace padecer cada día, porque camina en contra de Su Creador. La humanidad ha caído en grandes pecados, ante los cuales hasta la Naturaleza tiembla, el Cosmos se conmociona y los astros cambiarán sus movimientos regulares.
Toda la naturaleza, toda la Creación, el Cosmos, se han contaminado por la mano del hombre y en este instante, instante de tormento para esta generación, cuanto ha sido contaminado por la mano del hombre, se limpia y trae dolor a todos.
Amados Míos: continuarán enfrentándose a la naturaleza y con ella el padecer no cesará en un lugar y en otro. Por esta razón no miren con indiferencia el desconsuelo de quienes padecen. El fuego continuará acarreando expectativa y dolor. La Tierra se estremecerá fuertemente. Los animales dan avisos que el hombre no mira.
Amados hijos: levanten el rostro y miren a lo alto, reconozcan el hablar de la naturaleza. No sigan ignorando a la Creación, ésta les habla.