y se sintió agotada y con el corazón bombeando en los oídos y la sien, angustia, miedo, desorientación, identificó que sentía deseos de llorar, unos inoportunos y absurdos deseos de llorar, se resistía a rendirse, pero no pudo más, emitía sonidos que le permitieran soltar el llanto, ese llanto que creía necesitar, pero no rompía y por fin Decidió dejar de luchar y echarse con todo su cuerpo rendido, abrazarse y dejarse abrazar. Sentía su cuerpo muy pesado pero no le importó, sabía que podría resistir su peso y que no era el momento de pensar en complejos, ni miedos ni nada que no fuera sentir el encuentro y sentirse acogida, sentir el contacto de cada centímetro de su cuerpo, sentir como se hundía y era acogido de esa forma que necesitaba, necesitaba abrazarlo todo, sintió el cansancio y el consuelo de rendirse. Es difícil tomar la decisión, pero después uno siente que ha vencido, ha vencido a las reglas y siente el placer de dejarse llevar. Siente el contacto pero aún quedan algunos tramos de su cuerpo que no están sintiendo esa unidad. El empeine, un hueco en la mano, la rodilla no permite que la pierna se una convenientemente. No puede hacer movimientos bruscos ni que el acomodo suponga un esfuerzo en la postura, sigue relajando su cuerpo y ahora lo repasa de punta a punta, despacio, y observa que está completamente fusionada, siente el latido de su corazón, sin embargo, su corazón ha desaparecido, no está, sólo lo escucha, pero no está, se ha fundido también, absolutamente cada milimetro, cada poro está en perfecta unión y se siente como formando parte de lo mismo, no existe ya su cuerpo sino en la fusión, siente la respiración que traspasa a ambos cálida y suavemente y siente que una corriente de aire suave y fresca los envuelve, desaparece todo peso, pero no flota, por el contrario, nunca se ha sentido más parte de esa hermosa y amada tierra que la abraza que se funde con ella con su hierba y los insectos que la habitan, no hay tiempo, sólo una sensación de paz, de haber dejado de ser para ser en uno con la amada tierra.
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