EL AGUA DEL RIO POR TURBIA QUE ESTÉ SE VOLVERÁ CLARA (LENTEJA) 3RS - AUTÉNTICOS TAL VEZ - ALBERGUE -

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Fecha: 23.01.2009 - 1.08 Autor: talvez

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3797Lenteja (Mensaje original)

Enviado: 15/01/2009 10:29

El agua del río, por turbia que esté, se volverá clara. Proverbio

Hay personas que piensan que los demás deben tener mucha estrella porque parece que nunca les pasa lo que a ellas les crispa y aprieta. Piensan que los otros tienen más fortuna, más dinero, más amor, más talentos y más belleza. Sin embargo, en ese momento, ignoran que a lo largo de una vida, y haciendo un balance interno de luces y sombras, las cosas no están tan desequilibradas, ni para unas personas, ni para otras. Uno observa que el corazón de los príncipes en sus lujosas mansiones, no es necesariamente más feliz que el de aquel mendigo en su trozo de acera. No parece creíble que los muebles antiguos y las joyas o bien las mantas viejas y las aceras, den más felicidad que lograr vivir cualquier cosa desde una mente sosegada y serena. Las apariencias engañan. Lo importante de la vida, ya seamos príncipes en unas cosas y mendigos en otras, es vivir desde el nivel observador que atestigua el discurrir del río, mientras sentimos el sabio fluir de las pequeñas cosas bien hechas.

Cuando veamos que en nuestra vida ha llegado una nueva tormenta, tengamos cuidado con las quejas que, además de estériles, debilitan al que las nombra. Su llegada, en alguna dimensión del aprendizaje, no es casual. Tras la agitación, los antiguos hábitos se cuestionan y se abren nuevas puertas. La oportunidad de cambio, a veces, cobra peaje de perturbación y crisis, aunque, sabemos en lo más profundo, que mañana volverán las aguas a estar claras. El dolor ya pasado no habrá sido estéril, la vida no es una vulgar rueda. El tiempo se dirige a alguna parte. Cada instante, el Universo se expande más velozmente, incluso hacia dentro, hacia esa profundidad liberadora. Cada problema enfrentado templa, madura y des-implica al observador de aquello que observa. Tras la nueva transparencia de las aguas calmas, uno ya no es el mismo, algo se ha transmutado. Se sabe que vendrán otros rostros y que se abrirán otras puertas. Un paso más en las nuevas avenidas hacia la esencia.

Después de una crisis en la que tenemos el alma en llagas, se mira a los demás de otra forma. Leemos los corazones ajenos sin que nadie se de cuenta. Es entonces cuando comprobamos que somos capaces de percibir sus más íntimos temores, sus anhelos y los pliegues de sus entrañas. Reconocemos el dolor y la contracción sutil en cualquier cara. Sentimos pronto piedad inspirada en el que llora. Y ante este panorama que señala humanidad y delata el peso que cada uno lleva a sus espaldas, brota una compasión que torna a la vida generosa y cálida.

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α†talvez†ω

Enviado: 17/01/2009 0:19

Hay personas que piensan que los demás deben tener mucha estrella porque parece que nunca les pasa lo que a ellas les crispa y aprieta. Piensan que los otros tienen más fortuna, más dinero, más amor, más talentos y más belleza. Sin embargo, en ese momento, ignoran que a lo largo de una vida, y haciendo un balance interno de luces y sombras, las cosas no están tan desequilibradas, ni para unas personas, ni para otras.

Sí, eso puede ser cierto. Pero para que fuera creible no tendría que pretender dar el mensaje de que verdaderamente existe un "equilibrio" a nivel individual; el equilibrio que sí admitiría y de hecho sí creo, porque demostración no existe, sería a nivel universal. Vale que sirve para “consolarnos” a veces y a algunos, vale que es un pensamiento positivo que nos permite, tal vez, a veces, a algunos, sobrellevar mejor determinadas épocas, pero sería absurdo creérselo en serio, sería utilizar la venda y no es necesario; las vendas como las muletas, sólo cuando no queda más remedio, no hay que avergonzarse de utilizarlas, pero conviene para nuestra mejor movilidad deshacerse de ellas cuando se puede prescindir.

Uno observa que el corazón de los príncipes en sus lujosas mansiones, no es necesariamente más feliz que el de aquel mendigo en su trozo de acera. No parece creíble que los muebles antiguos y las joyas o bien las mantas viejas y las aceras, den más felicidad que lograr vivir cualquier cosa desde una mente sosegada y serena. Las apariencias engañan. Jo!!! Ya te digo!!!.

Lo importante de la vida, ya seamos príncipes en unas cosas y mendigos en otras, es vivir desde el nivel observador que atestigua el discurrir del río, mientras sentimos el sabio fluir de las pequeñas cosas bien hechas.

Cuando veamos que en nuestra vida ha llegado una nueva tormenta, tengamos cuidado con las quejas que, además de estériles, debilitan al que las nombra.
Vale, tener cuidado sí, pero éste es uno de esos “latiguillos” que me da por cuestionar. A ver, qué entendemos por queja y en qué sentido nombrarlas debilita?. Me cansa que cuando intentamos salir de los perjuicios que nos ha causado demonizar ciertas conductas, caigamos de nuevo en demonizar otras.
De esta forma se crean miedos y se fomenta la insinceridad con los demás, pero peor , con uno mismo, Simplemente se trata de “tapar”, de esconder la queja por no estar bien vista, por políticamente incorrecta y se pierde la oportunidad de analizar de qué nos quejamos, que nos hace sentir mal y qué podríamos hacer. A veces podemos ayudarnos con la opinión del otro, a ese otro le llega nuestra preocupación en forma de queja, donde está el problema???. A qué nos estamos refiriendo exactamente, porque nunca negaré lo perjudicial para uno mismo de determinadas conductas que empiezan y acaban en sólo la queja. Incluso aquellas que parecen no tener motivo, no pasa nada por expresarlas, el problema es sentirla y no quererla hacer consciente. La negación en si misma no sirve. Tal vez uno hace excesivo esfuerzo en no caer en algo que sólo resulta peligroso en determinadas dosis y momentos.. etc, y es una energía que se resta tal vez a asuntos que debería atender con más urgencia. Por cierto, también es importante analizar a qué llamamos queja pues es muy probable que quienes sienten tanto miedo a expresarla, simplemente no la esté reconociendo, algo distinto a que realmente no la esté emitiendo.

Su llegada, en alguna dimensión del aprendizaje, no es casual. Tras la agitación, los antiguos hábitos se cuestionan y se abren nuevas puertas.

Ojalá se cuestionasen!!

La oportunidad de cambio, a veces, cobra peaje de perturbación y crisis, aunque, sabemos en lo más profundo, que mañana volverán las aguas a estar claras. El dolor ya pasado no habrá sido estéril, la vida no es una vulgar rueda. El tiempo se dirige a alguna parte. Cada instante, el Universo se expande más velozmente, incluso hacia dentro, hacia esa profundidad liberadora. Cada problema enfrentado templa, madura y des-implica al observador de aquello que observa. Tras la nueva transparencia de las aguas calmas, uno ya no es el mismo, algo se ha transmutado.
ëso sin duda, aunque hay que tomar nota de en qué sentido ha sido ese cambio. A veces, la persona queda aunque en apariencia fortalecida, desgraciadamente , en realidad tan deteriorada que confunde la fortaleza con la dureza.

Se sabe que vendrán otros rostros y que se abrirán otras puertas. Un paso más en las nuevas avenidas hacia la esencia.
Así es, y éstas es posible que a su vez también se cierren. Creo que conviene tenerlo en cuenta, se previenen así las recaídas. Sin embargo hay que valorarlo en lo que vale, y vale en la medida en que esa puerta ya te ha hecho su servicio en ese momento en concreto.

Después de una crisis en la que tenemos el alma en llagas, se mira a los demás de otra forma.

Sí, parece que así suele suceder si la crisis es de una cierta entidad.

Leemos los corazones ajenos sin que nadie se de cuenta. Es entonces cuando comprobamos que somos capaces de percibir sus más íntimos temores, sus anhelos y los pliegues de sus entrañas. Reconocemos el dolor y la contracción sutil en cualquier cara. Sentimos pronto piedad inspirada en el que llora. Y ante este panorama que señala humanidad y delata el peso que cada uno lleva a sus espaldas, brota una compasión que torna a la vida generosa y cálida.

Lo anterior lo he podido comprobar directamente, por lo tanto puede dar fe con conocimiento de causa.

Ahora bien, este resultado no siempre es así. Y hace meses que digo que voy a buscar un artículo de Punset sobre este tema. No siempre es tan `positivo el resultado por el hecho de pasar una crisis. En muchos casos, la crisis aunque parece superada ha dejado una marca en quien la sufrió y que para esa supuesta superación ha elegido malas estrategias. Decía el artículo que ,tras una crisis de importancia suele sucederle una etapa de mayor madurez que se refleja en esas características arriba señaladas pero que en otros casos, desgraciadamente, se cierra para dar paso a una persona que, en gran medida sin tomar conciencia de ello, se conduce de forma dura con las personas y situaciones que les recuerdan experiencias propias. Y esto es un hecho, tan real como lo descrito en el texto. Parece imposible que personas que han pasado por ciertas situaciones puedan comportarse tratando de superar la crudeza con que les trató la vida. Y por más raro que parezca, parece que tenemos ejemplos a nivel colectivo como está sucediendo actualmente en el conflicto entre israelíes y palestinos.

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