Las noches sin ti, amor
eran de puros desvelos,
silencio y soledad,
mirándome en el espejo
observando mi cuerpo
deseando que el tuyo
esté junto al mío,
he ansiado tus vivos deseos
en esas noches eternas,
cuando el corazón
parecía salirse de mi pecho,
he necesitado
de tu fresco aliento,
y en el frío invierno
el calor de tu cuerpo,
he sonreído incoherente
al evocar aquellos pensamiento,
y he descubierto
que sin ti no vivo,
que cuando te sueño
despierto humedecido,
he dormido de cara al cielo
envuelto en cada movimiento,
y con la forma de tu amar
aturdiendo mis sentimientos,
noches de ensueños
en que despierto al creer verte
y entre sueños me enseñas
tus formas de amar,
caricias y besos
que nunca termina
como esta noche
en que te necesito,
vuela mi cuerpo
al otro extremo del continente,
te extraño, y no duermo
porque siento que no tengo vida.
El Caminante...