¿Qué tal si uno dejase de tomar veneno, ah? ¡Es así! El peor veneno que existe: el pesimismo. Es decir, el hecho de acabar con nuestras posibilidades de una realización, de felicidad.
Aquella manera de prejuiciarse que es demasiado tarde, que de nada sirve, que no... que no...
Mire, libérese de esta autosugestión negativa y recuerde siempre que:
Nunca es demasado tarde para extender la mano.
Nunca es demasiado tarde para acoger a un hermano. Nunca es demasiado tarde para dar el perdón.
Nunca es demasiado tarde para agradecer. Nunca es demasiado tarde para admirar la vida.
Nunca es demasiado tarde para comenzar a amar. Nuca es demasiado tarde para ser feliz...
Aunque usted crea que es demasiado tarde, todavía me gustaría sugerirle: