Fidelidad
Labios sellados con mucha prudencia,
acallando el corazón anheloso
de proclamar el amor tan ansioso,
nacido del alma sin indulgencia.
Agrio sabor de tanta indiferencia,
del querer entrañable más deseoso,
nuestros corazones son afanosos,
claman el nirvana sin reverencia.
Palabras que florecen con la calma,
presiones injustas, yo te seré fiel,
dándonos la felicidad a la alma.
Cuando la brisa me acaricie la piel,
mí espíritu está junto a la dama,
bebiendo de sus labios llenos de miel.
Autor: Joan