Suso el gomero viaja a China para aprender todo acerca de la acupuntura. Después de aprobar el curso regresa a La Gomera, abre una consulta y empieza a triunfar, todos sus pacientes salen como nuevos después de cada sesión. Un día se presenta un señor y le dice, “mire, resulta que tengo un problema en el corazón, tengo arritmias y las pastillas ya no me hacen nada”, el otro se queda parado y piensa, “¿acupuntura para problemas de corazón?, yas coño, cómo le voy a clavar yo a este hombre agujas en el corazón”. De repente se le ocurre una solución, “estese quieto, cierre los ojos y relájese”. Se va a la bandeja de las agujas coge dos y se las clava en to’los ojos al paciente. “¡Ayyyyyy coño!, pero qué hace sinvergüenza, ¿usted se ha vuelto loco?, ¡asesino!, a lo que Suso responde muy serio, “ojos que no ven corazón que no siente”. |