“Hay evidencia convincente de que la calidad del sueño es el indicador que mejor predice cuánto vivirá una persona: quizás sea más importante que saber si la persona fuma, hace ejercicios, la presión arterial que tiene o qué niveles de colesterol”, dice el psiquiatra William Dement profesor de la Universidad de Stanford.
Y es que se está durmiendo menos. Se pasó de dormir 8 horas y media en 1960 a menos de 7 horas hoy en día, informa The Journal of the American Medical Association. Mucha gente pasa en la cama, en general, de 5 a 6 horas diarias solamente.
La mayor amenaza al tiempo que se dedica al sueño es, según un nuevo estudio de la Escuela de Medicina de la Universidad de Pennsylvania, el tiempo dedicado al trabajo y a trasladarse al lugar de trabajo. Más aun, una vez en casa, quien llega cansado de trabajar opta, poco sabiamente, por ver TV o navegar por Internet, sacrificando horas de sueño.
Las horas de sueño perdidas afectan los niveles hormonales y el metabolismo, pudiendo producir depresión, obesidad, dolencias severas al corazón, diabetes e hipertensión, advierte el National Heart, Lung, and Blood Institute. Un estudio realizado en 2005 por la National Sleep Foundation encontró que un tercio de las parejas tiene problemas de convivencia debido a las alteraciones de sueño de alguno de sus miembros (usualmente ronquidos). Casi una cuarta parte de los entrevistados reconoce que debe dormir en otra habitación o cama y que está muy dormido como para tener sexo.
Los consejos que siguen pueden ayudarle a lograr el descanso necesario.
Cambie sus hábitos al dormir
QUÉ LE AYUDA:
• Haga de su dormitorio un lugar que invite a dormir: debe ser fresco, oscuro, silencioso y despejado. En su habitación, duerma o tenga sexo, pero no vea TV, no use allí su computadora ni lea en la cama.
• Escuche música tranquila: antes de dormir ponga una cinta o un disco con música relajante.
• Permítase tomar café solo de mañana. La cafeína puede permanecer en su organismo más de 20 horas.
• Asegúrese de que los medicamentos que tome no afecten el sueño. Algunas medicinas prescriptas por problemas cardíacos, para la presión arterial, el asma o la depresión o aun aquellas de venta libre utilizadas para la tos, los resfríos o las alergias pueden interrumpir el sueño. Consulte a su médico si existen medicinas sustitutas equivalentes.
• Píldoras para dormir. Millones de personas utilizan medicamentos prescriptos contra el insomnio para poder dormir. Su médico puede ayudarle a comprender los beneficios y riesgos que acarrea su uso.
QUÉ NO LE AYUDA:
• Alcohol. Una copa antes de ir a la cama puede tener un efecto sedante al principio, pero quizás interrumpa su sueño a la mitad de la noche.
• Medicamentos de venta libre. Aunque los antihistamínicos pueden ayudar a dormir, suelen producir somnolencia durante el día y sequedad en la boca.