Dueño de la Luna
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Jenaro Gajardo Vera (. 1919-1998 fue un excéntrico abogado, pintor y poeta chileno, conocido a partir del 25 de septiembre de 1953 como el legítimo dueño de la Luna.
En 1951, Jenaro se traslada a la ciudad de Talca para ejercer su profesión de abogado. En esa ciudad, crea la llamada Sociedad Telescópica Interplanetaria,
Propietario de la luna :
Para lograr su objetivo, publicó 3 avisos en el Diario Oficial, requisito que fija la Ley chilena para dar la oportunidad de que alguien que ya tuviera algún derecho sobre la Luna pudiera ejercerlo y como nadie lo hizo procedió a inscribirla como su propiedad en el Conservador de Bienes Raíces de Talca previo desembolso de 42.000 pesos chilenos de aquella época. Se oficializó la escritura el 25 de septiembre de 1954.
Ese día se presentó ante el Notario de Talca César Jiménez Fuenzalida y pidió dejar constancia de que se declaraba dueño de la luna, para lo cual acreditaba que lo era desde antes de 1857 (fórmula legal utilizada en esos tiempos para sanear terrenos sin título de dominio) del satélite natural de la tierra, describiendo sus medidas y límites.
La escritura en cuestión a la letra dice:
Jenaro Gajardo Vera, abogado, es dueño, desde antes del año 1857, uniendo su posesión a la de sus antecesores, del astro, satélite único de la Tierra, de un diámetro de 3.475.00 kilómetros, denominada Luna, y cuyos deslindes por ser esferoidal son: Norte, Sur, Oriente y Poniente, espacio sideral. Fija su domicilio en calle 1 oriente 1270 y su estado civil es soltero.
Jenaro Gajardo Vera ,Carné 1.487.45-K Ñuñoa
Talca, 25 de Septiembre de 1954.
La noticia de la escritura se masificó, dándose a conocer a través de periódicos locales y luego internacionales.
Se sostiene que uno de los motivos que tuvo para inscribir la luna como de su propiedad, fue que para poder formar parte del Club Social de Talca (Chile) era requisito de afiliación tener alguna propiedad en su haber.
PROBLEMAS CON IMPUESTOS INTERNOS :
Pero si don Jenaro fue ingenioso al hacerse tan audazmente propietario de la romántica luna, más aguzado pretendió ser Impuestos Internos, quien envió un par de inspectores a visitarlo, nada menos que para el cobro de las contribuciones. Ni corto ni perezoso, don Jenaro les dijo: “Ningún problema en reconocer la deuda, pero exijo que, en conformidad a la ley, Impuestos Internos visite mi propiedad y la tase. Después hablamos”. Desde luego, el servicio no insistió.
El Apolo XI:
Una situación de contienda judicial internacional se suscitó cuando Estados Unidos preparaba su viaje a la luna, Gajardo, en conformidad a las disposiciones legales internacionales, había gestionado, a través del abogado Enrique Monti Forno, la revalidación de su dominio en Washington.
Todo ello, por cuanto las normas universales de la ONU sólo reconocían propiedad privada hasta una altura de 80 kilómetros, pero como esa reglamentación era de 1967 – y la escritura de Gajardo de 1954 – ésta prevaleció sobre aquella.
En el año 1969, antes del alunizaje del Apolo XI, el presidente Richard Nixon envió un comunicado que se hizo llegar al abogado chileno a través de la embajada norteamericana en Santiago. El comunicado rezaba:
"Solicito en nombre del pueblo de los Estados Unidos autorización para el descenso de los astronautas Aldrin, Collins y Armstrong en el satélite lunar que le pertenece".
Richard Nixon, 1969.
A lo que Jenaro Gajardo Vera respondió;
"En nombre de Jefferson, de Washington y del gran poeta Walt Whitman, autorizo el descenso de Aldrin, Collins y Armstrong en el satélite lunar que me pertenece, y lo que más me interesa no es sólo un feliz descenso de los astronautas, de esos valientes, sino también un feliz regreso a su patria. Gracias, señor Presidente".
Jenaro Gajardo Vera, 1969.
Testamento :
Jenaro Gajardo dejó su Luna en testamento al pueblo chileno, expresándose de la siguiente manera en una notaría de Santiago de Chile:
"Dejo a mi pueblo la Luna, llena de amor por sus penas."
Jenaro Gajardo Vera, 1998.