El terremoto de 7.2 grados en la escala de Richter que sacudió el último domingo el estado mexicano de Baja California pudo haber afectado la Falla de San Andrés, estimó el sismólogo Pat Abbot, de la Universidad Estatal de California en San Diego.
Por ello, los sismólogos del Instituto Tecnológico de California consideraron que existe un 98% de posibilidades de que esta falla cause un remezón de al menos 7.8 grados Richter en el sur de California en los próximos 30 años, un temido temblor conocido como ‘Big One’.
También estimaron que hay un 5 % de posibilidades de que el sismo del domingo sea el detonante de otro de mayor intensidad en la zona, en un plazo de tres días, aunque estadísticamente la probabilidad se reduce con el paso de las horas. El último movimiento telúrico se sintió en Mexicali, Tijuana, Calexico, San Diego y Los Ángeles, zona fronteriza que comparten México y Estados Unidos.
La falla de San Andrés tiene una extensión de 1,200 kilómetros, nace cerca de la ciudad de San Francisco (Estados Unidos) y desemboca en el Valle de Mexicali. Esta causa constantes temblores en la zona porque, según expertos, tiene un reacomodo importante cada 200 años en promedio.
El gobernador de Baja California, José Guadalupe Osuna, informó que este temblor dejó 25 mil damnificados, dos muertos y 233 heridos. Carlos Valdés, jefe del Servicio Sismológico Nacional, estimó que el temerroto en dicho estado fue “un poco mayor” al que azotó Haití en enero último, pero que la tragedia no fue similar debido a la fortaleza de las construcciones.