No puedo conciliar el sueño en esta calurosa tarde de junio. Mi número sin salir en el sorteo y mis sueños truncados. Adiós a mi proyecto del paraíso destinado a perros abandonados, y a mis numerosos viajes por tierras mejicanas.
Pero no está todo perdido. Una cabezadita en una silla de anea en el fresco patio de mi casa en el pueblo me ha hecho ver un atisbo de luz nuevamante. Sólo permanecí inconsciente en brazos de Morfeo unos minutos, pero fueron suficientes para retomar de nuevo el sueño.
Caprichos de los sueños. En esta ocasión coincidí en una fiesta con mucha gente interesante. Estaban todos en mmi pueblo y más concretamente en mi casa. Me encontraba platicando con una atractiva camarera cuando ví en un rincón del patio a Freud y a Einstein en una animada charla. Todavía quemado con mi destino por no haber acertado en el número de la lotería, me dirigí enérgicamente hacia Freud, que era muhco más joven que Einstein, todo hay que decirlo, y le dije que no estaba de acuerdo con sus teorías en absoluto. Antes de terminar la frase, me cogió por el brazo einstein y me dijo:
-Recuerda que todo es relativo, amigo Kimax. El número que has soñado, saldrá el próximo sábado. Y si no, al próximo, o para el sorteo de Navidad; pero una cosa es segura, que salir, va a salir. Mira haz como Xana, porque algo me dice que va a salir para Navidad.
Ptidifuso me he quedado. Yo me pregunto...cómo es posible que Einstein supiera de Xana??, ¿¿Cómo es posible que Einstein supiera de mi sueño dúrante la siesta de días anteriores??, ¿¿Cómo sabía mi nombre?? ¿¿Qué hacían todos en m i pueblo y en mi casa??
La verdad, no entiendo nada. Pero me he empeñado en que ese número salga y así será.
Todo sea por mis perros abandonados, por mis ansias de viajar y de no trabajar y por poder disponer de tiempo para entregarme a la lectura y al ocio y a las cosas que de verdad me gustan.
Espero no os llevéis una mala impresión de mi persona por lo que digo del trabajo. Lo cierto es que trabajo muy a gusto. Pero porque me pagan. Creedme que si no me pagaran no trabajaría. Yo no soy de los que se enorgullecen por trabajar durante muchas horas. A quienes realmente admiro son a los que se permiten una vida holgada sin necesidad de trabajar. Eso sí, sin joder al prójimo.