|
General: LA PALABRA DIARIA MES DE NOVIEMBRE
Elegir otro panel de mensajes |
|
De: Tatisverde (Mensaje original) |
Enviado: 01/11/2009 21:58 |
Vivo en el fluir divino de amor y vida.
En el fluir
Hoy reclamo mi derecho divino de nacimiento. Soy una creación de Dios, inmersa en la energía de la luz, el amor y el gozo. Sin importar las apariencias externas, sé que todas las cosas trabajan juntas para mi mayor bien. Tengo fe en que el amor divino me apoya y sostiene en todas las circunstancias. Al descansar y aceptar mis bendiciones, avanzo libremente hacia un bien todavía mayor.
Tengo fe en el gran amor de Dios por mí. Con profundo agradecimiento, me doy cuenta de que el amor de Dios es incondicional, para ser dado y experimentado libremente. El amor llena toda área de mi vida. ¡Qué gozo es vivir en el fluir divino de vida y amor!
“Si alguien tiene sed, venga a mí y beba. El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior brotarán ríos de agua viva.”—Juan 7:37, 38
|
|
|
|
|
|
IRIA FLAVIA
Doy gracias a Dios por quienes dedican sus vidas a servir a otros.
Servicio
A través de los siglos, las personas han prestado servicios a otros haciendo de sus comunidades, sus países y el mundo en sí un lugar mejor y más seguro. Me maravillan su valor y dedicación.
Aprecio profundamente la contribución de quienes sirven a la humanidad. Como parte de nuestra familia mundial, yo también hago mi parte para promover una vida mejor para todos.
Mis oraciones son una manera poderosa de contribuir al mejoramiento de la humanidad. Hoy tomo tiempo para honrar y bendecir a aquellos que con sus acciones demuestran misericordia y compasión por los demás. Doy gracias por ellos y por todo lo bueno que aportan a nuestro mundo.
“Que ames y sirvas a Jehová, tu Dios, con todo tu corazón y con toda tu alma.”—Deuteronomio 10:12
|
|
|
|
|
|
Demuestro receptividad a la sabiduría de Dios.
Comprensión
Si he pedido algo en oración, me preparo para recibir la respuesta. Abro mi mente y corazón y permanezco receptivo a la sabiduría espiritual. La confirmación de mi oración puede surgir de una conversación con un amigo, de un libro o hasta de la letra de una canción. Puede llegar al admirar un atardecer o el dibujo de un niño. Lo que quiera que sea, siento que ésta hace eco en mi alma. Con la respuesta que recibo me siento más cerca de Dios, dándome cuenta de que este mensaje fue destinado para mí. Me vinculo con Dios de maneras infinitas y confío en Su guía. Al permanecer consciente de la presencia divina, reconozco la respuesta.
“Si invocas a la inteligencia y pides que la prudencia te asista; … entonces … hallarás el conocimiento de Dios.”—Proverbio 2:3, 5
|
|
|
|
|
|
El amor de Dios es mi fuente verdadera de consuelo y fortaleza.
Consuelo
En una noche fría, quizás disfrute de la calidez y la comodidad de arroparme con mi cobija favorita o de tomar una taza de té caliente. El confort y el cuidado que me doy y que ofrezco a los demás son cómo el amor de Dios se manifiesta en mi vida. En estos momentos, comprendo que Dios me ama. Para profundizar mi experiencia, me dirijo a mi interior, al silencio, y me sumerjo en el amor y la protección de Dios.
Descanso en la Presencia divina, fuente de mi consuelo y fortaleza. Me siento bendecido al saber que la presencia de Dios está conmigo todo el tiempo y en todas las situaciones. Cada vez que me dirijo a mi interior, el susurro tierno de Dios llena mi alma de paz.
“Como aquel a quien consuela su madre, así os consolaré yo a vosotros."—Isaías 66:13
|
|
|
|
|
|
AMANECER
El amor incondicional de Dios me apoya.
Gracia
Cometer errores es parte natural del aprendizaje —así como el caerse es parte de aprender a caminar. Pero, cuando cometo un error serio, quizás me sea difícil perdonarme. Mas no puedo rectificar mis acciones si permanezco culpándome. Así que en vez de eso, decido recordar que Dios me ama incondicionalmente.
Asumo responsabilidad por mis acciones, y con la gracia de Dios, hago lo mejor que puedo para resolver la situación. Esto puede requerir una disculpa sincera, un cambio en mi comportamiento u otro paso. Confío en Dios para que me guíe a la acción correcta. Demuestro receptividad a la gracia de Dios, me perdono y acepto Su amor.
“Y ahora, hermanos, os encomiendo a Dios, y a la palabra de su gracia, que tiene poder para sobreedificaros.”—Hechos 20:32
|
| |
|
|
Primer
Anterior
2 a 7 de 22
Siguiente
Último
|
|
|
|
©2025 - Gabitos - Todos los derechos reservados | |
|
|