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Respuesta  Mensaje 1 de 2 en el tema 
De: luisp  (Mensaje original) Enviado: 14/10/2009 18:22

La Relajación

1991 Argentina

Esta mañana me había levantado, como muchas otras veces, con una pequeña sensación en el pecho, un hormigueo, una cosquillita, una ligera zozobra.

Como era habitual en mí, no le hice caso.

 Preparé el desayuno, desayunamos mi hijo y yo, y una vez que se hubo ida para la escuela me preparé para la clase de gimnasia. Hoy me tocaba. Iba , desde hacìa un año, dos veces por semana a raíz del consejo de médicos y amigos. No iba con ganas, ni con gusto, directamente iba porque ‘tengo que ir’. Iba decepcionada ya que la sensación desagradable seguía ahí a pesar de mis esfuerzos. Subí al auto y ya en marcha hacia el Instituto me acordé que me había olvidado las llaves de casa. Esto era normal en mí, así que tenía duplicados en cada cartera, cada bolso, por supuesto, en la guantera del auto tambén había un juego.De esta manera creía apaciguar la angustia de este secuencial recordar un olvido.

 Sin embargo, la sensación de recordar el olvido se instaló sobre mi zozobra,¿ o mi zozobra había instalado el olvido? Llegué a la clase y comenté al pasar que tal o cual noticia me había preocupado, era mi manera habitual de engancharme con algún hecho contundente y explicar mi sensación desagradable...

 Hice la clase a conciencia, sentí los dolores correspondientes, y llegué a la relajación. La instructora, una mujer amable, casi maternal, en esta parte de la clase nos hablaba, su voz era pausada, dulce. Iba diciendo:’ pónganse cómodos, muy cómodos, lleven la anteción al aire que entra y sale por la nariz, vayan aceptando cada vez más el sostén del piso, el piso, la tierra los sostiene....’

 al principio yo tenía ganas de tocar a la gente para ver si estaban vivos o no, o tocaba el piso porque me parecía que se movía, ahora ya no necesitaba hacer eso, escuchaba la voz de la instructora y me dajaba ir.....

nbsp;Un aroma de tilos en flor...tantos cuerpos sin moverse....los tilos en flor en la casa de mi Tante Emma en Austria....mi cuerpo sin moverse en el suelo.....Como todas las casa en Viena, la casa de mi Tante Emma tiene cuatro pisos, veo la fachada policroma y la fecha de su cosntrucción, 1560. Está hecha de piedra y madera. La puerta de madera por donde entro es en realidad una puerta dentro de otra puerta grande. Están el hall espacioso y una escalera de piedra blanca. Subo de la mano de mi mamá. En cada piso hay una pila de marmol blanco y una especie de grifo, donde antiguamente las familias se proveían de agua. Por unas ventanas veo los tilos en flor. Tía abre la puerta, me gusta ir a la casa de mi Tante  Emma, cuanso vengo, ella me hace ‘lebenskuchen’, unas masitas de miel con sabor a ambrosía. Escucho a mamá decir:’te la dejo por un rato, mientras voy con Peter al dentista’. De la mano de mi tía entro a la gran pieza que como todos los aposentos de la casa tiene una ventana desde donde se ven dos grandes tilos. El tío Franz, con  su barba blanca toca su gran órgano, inclina la cabeza en forma de saludo mientras sigue recorriendo los teclados con sus dedos largos y finos. Cómo me gusta escucharlo tocar, poca gente tienes un órgano dentro de su casa y mucho  menos hay niñas con un tío que toca y compone como lo hace mi tío.  Unos acordes y oigo mi melodía , la que el tío hizo para mi cumpleaños el año pasado. Cada perla sonora se desliza por mi cuerpo. También está mi prima Eva, una niña de unos cinco años, un poco mayor que yo, Mi tía se pone a hornear mis adorados bocadillos, la puedo ver por la puerta entreabierta de la cocina. De pronto un ruido sibilante, la tía empieza a correr, ‘la sirena’!!, al sótano, al sótano!!, rápido!!!, y me agarra de la mano. Eva llora, el tío la tiene alzada y baja  corriendo las escaleras. Un fuerte silbido y el lugar empieza a temblar, pedazos de pared vuelan por el aire, los muebles se corren y sacuden de un lado a otro, un estruendo y el comienzo del silencio devorador. Yo estoy debajo de la gran chimenea de piedra, encima mío, una silla rota. Me siento como cuando mi papá me pone en penitencia en el rincón y no me deja mover ni hablar. Pasa un largo rato. nada se mueve a no ser por algún pedacito que se desmorona de las paredes. Estiro un brazo, silencio, así que me animo a salir, ni papá , ni mamá me obligan a volver al rincón. Empiezo a deslizarme por el piso entre los escombros. Ah!!!, ahí está mi tía, mi tío y más allá mi prima. Es llegar hasta ellos. El primer cuerpo que alcanzo es el de mi tía, no veo la sangre en su rostro, ni la forma torcida en que está acostada, me abalanzo sobre ella y lloro sobre su pecho. No hay abrazo, ni calor, ni siquiera enojo...Me corro hasta el cuerpo de mi tío y me apoyo sobre su pecho, lo golpeo furiosa porque no me contesta, porque no me mira, porque no me pega siquiera. Los latidos de mi corazón no me permiten darme cuenta que el de él no late, que está frío, que no respira, ya no lloro, ni pego, ni grito. Algo frío empieza a recorrer mi cuerpo, mi respiración se torna imperceptible. Hago un último esfuerzo y me deslizo por entre las cosas rotas hasta mi prima Eva. No tiene cabeza, comienzo a sentir que algo empapa todo mi cuerpo, la sangre de mi prima se mezcla con mi sudor, me orino encima, y no sé si tambièn defeco, o es el contenido del intestino de Eva que está esparcido por el suelo. jMe quedo quieta al lado de su cuerpo, dejo de sentir el orín, dejo de sentir el olor nauseabundo, dejo de sentir la sangre mojada en mi cuerpo, dejo de ver, me suspendo en el tiempo y en el espacio infinitos....

Empecé a escuchar la voz de la instructora:

’lentamente muevan los dedos de los pies, los dedos de las manos, abran los ojos luego incorpórense’...curiosamente todos los cuerpos respiraban, se movían.


ikhanna


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Respuesta  Mensaje 2 de 2 en el tema 
De: goti0 Enviado: 16/12/2009 21:49
gracias por compartir
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