cultivé amigas despiertas
a quienes yo consulté
y obtuve buenas respuestas.
Y cuando sin darme cuenta
al acercárseme el dia
de cumplir yo los cincuenta
las "buenas amigas" mías
urgían y aconsejaban
que festejarlos debía.
Unas y otras me acosaban,
y todas muy satisfechas
por lo que a mi me pasaba,
muy perversas preguntaban:
¿Cómo no iba a festejar
¿Cómo no iba a festejar
tan solemne y magna fecha?
Es así como el festejo
que ya fue imposible obviar,
de a poco se fue gestando,
y no me pregunten cuándo
ni cómo me transformé,
lo cierto es que me copé
con poderlo celebrar.
Porque........
después de todo hermanas
no es tan terrible afiliarse
a este club de veteranas:
es cuestión de concentrarse
y olvidarse de las nanas.
Vestirse con ropa actual,
gimnasia por las mañanas,
beber agua mineral,
tintura para las canas
y calcio para los dientes.
¡Nada de usar lentes!
Para ver bien: zanahorias
¡Y ya nada es diferente!
¡No me han pasado los años!
¡Me siento una adolescente!
¡Adolescente!
Adolezco de memoria
de agilidad y paciencia.
Adolezco de injerencia
en el mundo de mis hijos
y aunque tenga inteligencia
y aunque esté muy informada,
yo ya no opino, ni elijo,
"¡La vieja no sabe nada!"
Adolezco de interás
pues nadie me necesita
y una duda existencial
en mi mente se suscita:
No soy joven ni viejita
¿No seré una marginal?
Para decir la verdad
-y esto ya es cosa muy seria-
no soy de la tercera edad,
¿seré de la seguna y media?
Pero no todo está mal
cuando a esta edad una llega.
¡Muchas ventajas yo tengo
aunque el problema crucial
es que no me las acuerdo!
Y ya en la otra vereda
aconsejo a mis colegas,
y a las que pronto lo serán,
que aunque la espalda les duela,
no digieran bien el pan,
y aunque pierdan diente o muela,
la carne les haga mal
o sufran de estreñimiento
y contracción cervical
y tengan palpitaciones
o una infección renal,
si entre sus temas candentes
está la obra social,
si el colesterol les sube
o les baja la presión,
y aparecen los atrasos
con oleadas de calor
y se sientan medio muertas....
engrosando la legión
de las socias de este club
que agrupa a las de cincuenta
gritemos todas contentas:
¡SOLO BASTA LA SALUD!