Las características de la llamada inteligencia
emocional son: la capacidad de motivarnos a
nosotros mismos, de perseverar en el empeño a
pesar de las posibles frustraciones, de controlar
los impulsos, de diferir las gratificaciones, de
regular nuestros propios estados de ánimo, de evitar
que la angustia interfiera con nuestras facultades
racionales y la capacidad de empatizar y confiar
en los demás. Medición de la inteligencia
emocional y el CI
No existe un test capaz de determinar el
«grado de inteligencia emocional», a diferencia de
lo que ocurre con los test que miden el cociente
intelectual (CI). Jack Block, psicólogo de la
universidad de Berkeley, ha utilizado una medida
similar a la inteligencia emocional que él
denomina «capacidad adaptativa del ego»,
estableciendo dos tipos teóricamente puros,
aunque los rasgos más sobresalientes difieren
ligeramente entre mujeres y hombres:
1. «Los hombres que poseen una elevada inteligencia
emocional suelen ser socialmente equilibrados,
extrovertidos, alegres, poco predispuestos a la
timidez y a rumiar sus preocupaciones.
Demuestran estar dotados de una notable capacidad
para comprometerse con las causas y las personas,
suelen adoptar responsabilidades, mantienen una
visión ética de la vida y son afables y cariñosos
en sus relaciones. Su vida emocional es rica y
apropiada; se sienten, en suma, a gusto consigo
mismos, con sus semejantes y con el universo social
en el que viven».
2. «Las mujeres emocionalmente inteligentes tienden
a ser enérgicas y a expresar sus sentimientos sin
ambages, tienen una visión positiva de sí mismas y
para ellas la vida siempre tiene un sentido.
Al igual que ocurre con los hombres, suelen ser
abiertas y sociables, expresan sus sentimientos
adecuadamente (en lugar de entregarse a arranques
emocionales de los que posteriormente tengan que
lamentarse) y soportan bien la tensión.
Su equilibrio social les permite hacer rápidamente
nuevas amistades; se sienten lo bastante a gusto
consigo mismas como para mostrarse alegres,
espontáneas y abiertas a las experiencias sensuales.
Y, a diferencia de lo que ocurre con el tipo puro
de mujer con un elevado CI, raramente se sienten
ansiosas, culpables o se ahogan en sus
preocupaciones».
3. «Los hombres con un elevado CI se caracterizan
por una amplia gama de intereses y habilidades
intelectuales y suelen ser ambiciosos, productivos,
predecibles, tenaces y poco dados a reparar
en sus propias necesidades. Tienden a ser críticos,
condescendientes, aprensivos, inhibidos, a
sentirse incómodos con la sexualidad y las
experiencias sensoriales en general y son poco
expresivos, distantes y emocionalmente fríos y
tranquilos».
4. «La mujer con un elevado CI manifiesta una
previsible confianza intelectual, es capaz de
expresar claramente sus pensamientos, valora las
cuestiones teóricas y presenta un amplio abanico
de intereses estéticos e intelectuales. También
tiende a ser introspectiva, predispuesta a la
ansiedad, a la preocupación y la culpabilidad, y
se muestra poco dispuesta a expresar públicamente
su enfado (aunque pueda expresarlo de un modo
indirecto)».
Estos retratos, obviamente, resultan caricaturescos
pues toda persona es el resultado de la combinación
entre el CI y la inteligencia emocional, en distintas
proporciones, pero ofrecen una visión muy instructiva
del tipo de aptitudes específicas que ambas
dimensiones pueden aportar al conjunto de cualidades
que constituye una persona.
Fuente:WP
VidaPositiva.com
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