Mindfulness, el presente a plena conciencia
El no poder
delegar, es un hábito extendido en los tiempos que corren
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La
falta de tiempo es la norma del siglo XXI. Trabajo, familia, estudio y
obligaciones de toda índole son la constante de la mayoría de las personas en
edad adulta. Se es consciente que el cuerpo y la mente necesitan un descanso,
pero ¿cómo lograrlo? ¿Cómo reducir o controlar actividades que no pueden
posponerse o suspenderse?.
Esta disyuntiva que a veces parece no tener solución, quizá pueda encontrar
una alternativa tangible y posible. La Lic. Manuela O´Connell, psicóloga,
describe a la actualidad como una vorágine en la cual surge la ansiedad que nos
señala el miedo a perder el control. 'Nos sentimos fuera de nosotros mismos
-explica- , un poco en cada lado y en ningún lado. Quedamos entonces enganchados
en las rutinas como un modo de detener lo imparable. Hacemos lo que tenemos que
hacer. La reflexión cuidada acerca de los que nos sucede de a poco se va
reemplazando por una hiperracionalidad, justificamos, analizamos, juzgamos pero,
¿realmente comprendemos?'
El hombre posmoderno tiende a querer tener el control absoluto no sólo de las
actividades que son su propia obligación, sino también de las rutinas y
obligaciones de los otros. El no poder delegar, es un hábito extendido en los
tiempos que corren. Así, no sólo a la sobrecarga propia se suma la ajena.
La Lic. O´ Conell plantea que en este estado de aturdimiento permanente, el
individuo actual hace, sin saber que hace y piensa, sin verdaderamente
comprender lo que se encuentra realizando o diciendo. 'En estos tiempos que
corren resulta difícil despertarse a los sentidos, despertarse a la atención
plena de cada momento. Aprender un modo diferente de estar en el mundo, estando
en contacto con uno mismo, y descubrir una profunda sensación de bien-estar es
posible emprendiendo el camino que propone mindfulness', afirma.
El concepto de Mindfulness es sinónimo de 'atención plena' y plantea
incorporar la capacidad humana básica de prestar atención sin juzgar aquello que
va sucediendo. El objetivo es desarrollar una conexión más plena y un contacto
más profundo con uno mismo y con el mundo.
Cómo práctica estimula el autoconocimiento y una mayor comprensión de la
propia acción y palabra para poder conectar verdaderamente con el propio cuerpo
y mente.
'A través de recuperar la conexión con el cuerpo, ese constante repiqueteo de
nuestros pensamientos que nos agobia cambia de ritmo. Se desarrolla entonces una
capacidad de observación que sin juzgar nos permite tomar una distancia de lo
que nos abruma y pasar de la reacción inmediata a la posibilidad de dar a lo que
nos sucede una respuesta', explica la Lic. O´Connel.
Pero, ¿cuál es la clave para que esto suceda? ¿De qué modo esto es posible?
Prestarle atención al cuerpo, abrir un espacio de recepción y de percepción,
cambiando la relación con nuestro cuerpo, re-conociéndolo, experimentándolo.
Tomarse el tiempo necesario, habitar los momentos y desacelerarse. 'Este modo
de estar en los sentidos, en contacto, con la atención plena nos conduce a un
umbral en donde pueda surgir un proyecto de vida y no un programa', recomienda
la especialista en la técnica.
Recuperar los sentidos, dar sentido a lo que se hace y no automatizar las
actividades, las palabras y los hechos, es la base del Mindfullness que orienta
al individuo a ganar efectividad en el manejo de las situaciones de stress tanto
a corto como largo plazo.
En épocas de vertiginosas, llega una nueva técnica que no plantea dejar de
hacer sino hacer a conciencia.
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