Para romper mis “cadenas”, ME FALTA:
Creer que Dios me ama.
Fe adulta y responsable.
Amar sin esperar recompensa.
Ser humano para comprender y perdonar.
Dar más que acaparar, compartir.
Nostalgia de lo divino, ¿pienso en el Cielo?
Gestos de bondad y corazón compasivo.
Aceptarme como soy. No te consideres un frustrado.
Trabajarme para ser lo que Cristo de mi espera.
Reposo y tiempo para hablar con Dios: oración, adoración y silencio.
Alegría para vivir sirviendo a los demás.
Espíritu de bendición, decir bien de todos.
Despertar el hambre de justicia y amor para un mundo deshumanizado.
Valentía para limpiar tanta mentira, hipocresía y corrupción.
Escuchar con paciencia al que sufre.
Pensar con sinceridad: ¿qué me pide Dios?, ¿qué espera de mi?
Hacer feliz a todo el que esté a mi lado.
No olvidar que Dios padre, recompensa todo gesto de amor por insignificante que sea: una sonrisa acogedora, una escucha sin prisas, un signo de apoyo y amistad, una visita, una llamada telefónica,…