![heladas1 heladas1](http://artenara.files.wordpress.com/2008/12/heladas1.jpg?w=448&h=300)
El
primero es el más corriente y elemental, se le denomina “Amor si…”:
Te amo si
eres bueno, si te portas bien conmigo, si cumples mis exigencias, si haces lo
que me agrada, etc.
El
segundo nivel, al que comúnmente se llega, es el llamado “Amor porque…”:
Te
amo porque tienes buenos sentimientos, porque te esfuerzas, porque has obtenido
notas aceptables, porque eres honrado, etc.
Pero ninguna de esas dos formas de amar es verdadera.
Ambas están basadas en condiciones, y las condiciones emanan un mensaje muy
claro que es: “Debes ganarte mi cariño con actitudes que me satisfagan, no
olvides nunca que te querré más mientras más te parezcas a mi…” Eso no es amor,
sino un intercambio egoísta en el que siempre queremos salir
ganando.
El
único y verdadero amor es el del tercer nivel, que debe practicarse entre los
miembros de una familia, es decir: “Te amo a pesar de tus errores y tus
carencias”. No es que los desatinos sean bienvenidos. No aceptamos el mal, más
aún amamos a quien lo cometió.
Autor: Carlos C. Sánchez