Por
Julieta Paci | LA NACION
Sábado 14 de enero de 2012 | Publicado en edición impresa
'No se enoja, se calienta. No se burla, te bardea. Así es el argentino', se
puede leer en los escalones de mármol blanco cuando uno ingresa a Vos, Club
Cultural de Español, una escuela de Buenos Aires que decidió apostar por una
propuesta diferente: hacer del chamuyo su sello distintivo.
'Muchos podrían pensar que les enseñamos a los extranjeros cómo hacer para
levantarse a una mina, pero no es así, el chamuyo se trata de charlar. Desde un
comienzo lo que buscamos fue vender lo que somos los argentinos, dar a entender
nuestra idiosincrasia a través de la lengua y la cultura', dice Magdalena
Cambiasso, directora de la singular institución.
En la escuela, que es miembro de la Asociación de Centros de Idiomas (SEA),
se dictan clases regulares, intensivas y privadas de español, y se prepara a los
alumnos para rendir diversos exámenes que certifican su conocimiento de la
lengua. También hay clases especiales para periodistas, familias extranjeras que
deben mudarse al país, y para quienes desean aprender lenguaje específico de
medicina o alguna otra profesión. Pero en todas ellas se enseña lunfardo y
expresiones que son parte del lenguaje cotidiano de los porteños: 'tomarse un
bondi', 'andar a pata', 'ser un ñoqui', 'tirarse a dormir la siesta', 'morfar'.
Además, la escuela cuenta con un curso especialmente dedicado al chamuyo,
donde un grupo reducido, de no más de siete u ocho personas, de las más diversas
edades y nacionalidades, 'se juntan todos los miércoles a parlotear'. En
general, son alumnos extranjeros que ya tienen la lengua incorporada, pero les
divierte aprender sobre la cultura argentina. La mayoría está de paso y no
piensa quedarse a vivir en Buenos Aires. Los temas que se conversan varían todas
las semanas, y van desde el sexo hasta la educación y el trabajo.
Otros de los atractivos de la academia son las clases grupales de tango, en
donde se baila y se aprende lenguaje específico sobre él; los días de cine,
cuando se pasan películas en español y se trabaja sobre ellas, y los distintos
paseos por la ciudad que dan los estudiantes para sumar 'lenguaje callejero' e
interactuar con los porteños.
La directora de Vos, Club Cultural de Español explica que muchas expresiones
argentinas suelen ser difíciles de incorporar para los extranjeros. Según ella,
esto se debe a que hay cosas que ocurren en el país que no son habituales en
otras partes del mundo. 'El otro día una inglesa no podía entender cómo usábamos
la expresión «no tiene dónde caerse muerto», y esto sucede porque a un inglés
jamás se le pasaría por la cabeza esa situación.'
Las consultas más frecuentes aparecen cuando las mujeres se entusiasman con
las novelas de la televisión y después quieren saber cada expresión que usan los
actores. Los hombres, por su parte, tienen curiosidad por frases que escuchan en
la calle. 'Quiero aprender malas palabras que en Brasil no usamos', dice
eufórico José Nunes, de 21 años, quien decidió en su mes de vacaciones por la
Argentina tomar algunas clases de español.
Tim Allen, un neoyorquino jubilado, se muestra feliz de estar en Buenos Aires
y explica que quiere descubrir la cultura de los porteños. 'Noté que aquí se
toma mucho helado y ya sé lo que es un telo ', comenta sonrojado.
'A mí me encanta la palabra gotán , tango al revés', dice entre risas Marcos
Anderson, un sueco de 35 años, al mismo tiempo que Susana Nestor, una alemana
que trabaja en una empresa de telecomunicaciones, manifiesta su ansiedad por
aprender palabras en lunfardo.
'Los estudiantes, que generalmente llegan a la academia por comentarios de
amigos o conocidos o por haber visto un aviso en Internet, quieren saber qué
significa cada cosa, se vuelven locos. A veces no entienden que ser gamba tiene
un significado e ir a gamba otro muy distinto. Los argentinos tenemos un manejo
de la lengua muy particular. Hoy todos dicen: «está muy bueno, mal». Eso es una
ridiculez, ¿cómo hago yo para explicárselo a un extranjero?', se pregunta
Cambiasso.
'Una idea fantástica'
El prosecretario y miembro de número de la Academia Porteña del Lunfardo,
Marcelo Oliveri, calificó de 'idea fantástica' la enseñanza, a turistas o
visitantes de otros países, de palabras que integran el vocabulario por
excelencia de las calles de la ciudad.
'Hay que recordar que los extranjeros vienen a Buenos Aires atraídos por el
tango y el lunfardo, y se quedan fascinados, quieren saber más', afirmó Oliveri,
para quien la atracción que ejerce el baile del 2 x 4 tiene que ver 'con la
magia, el misterio y la seducción' propia de esa danza. Para él, con el argot
tanguero sucede lo mismo.
'Por esa razón quieren entenderlo, saber también qué dicen las letras de las
canciones. Acá, en la Academia, recibimos todo el tiempo a extranjeros que
vienen a realizar consultas o a revisar los diccionarios', explicó Olivari,
quien señaló que en esa institución se dicta un curso denominado 'El lunfardo en
la cultura porteña', de abril a noviembre, del cual toman parte muchos
visitantes del exterior, aunque la mayor parte de los que se anotan son
argentinos.
'Hay de todo, como mucha gente que de grande quiere saber más del tema. Y acá
lo abordamos desde distintos ángulos: el origen de las palabras, el lunfardo en
la gráfica y en la prensa y en el teatro, y pasamos grabaciones, películas, se
hace muy ameno', concluyó.
CLAVES
• Dónde y cuándo: la escuela Vos, Centro Cultural de Español funciona en
Marcelo T. de Alvear 1459, en Barrio Norte. El denominado curso de chamuyo se
dicta los miércoles, de 19 a 21.
• Requisitos: para asistir a las clases, además de abonar 50 pesos por
semana, los alumnos deben contar con un nivel intermedio de español. Los
extranjeros que asisten lo hacen para incorporar expresiones y neologismos
porteños y profundizar sus conocimientos de la cultura argentina.
• Otros cursos: la escuela da clases de español técnico, por ejemplo, para
profesionales de la medicina, y otros específicos, como para entender las letras
de tango.
Foto: Marc van der Aa by www.vidapositiva.com