Padres con
enfermedades mentales:
depresión, esquizofrenia y trastorno
bipolar
La depresión, la
esquizofrenia o el trastorno bipolar
son
enfermedades mentales que dificultan la vida de
los afectados
y también la de sus hijos
Por JOSÉ A. RODRÍGUEZ - 5 de febrero de 2012
Los hijos cuyos progenitores
padecen una enfermedad mental pueden sufrir una infancia marcada por problemas
emocionales. Por este motivo, si la familia no recibe la atención profesional
necesaria, estos niños tienen mayor riesgo de desarrollar algún tipo de problema
psicológico durante la vida adulta.
Una de cada cuatro personas sufre
una enfermedad mental a lo largo de su vida, y muchas tienen hijos. La
Organización Mundial de la Salud (OMS) define enfermedad mental como conjunto de
síntomas y conductas clínicamente reconocibles, asociado en la mayoría de los
casos con el malestar y con la interferencia en el funcionamiento personal. Hay
distintas patologías psiquiátricas, así como distintos niveles de gravedad. La
depresión, la esquizofrenia, el trastorno bipolar o el obsesivo-compulsivo, los
trastornos de la personalidad.... son diferentes dolencias que tienen en común
que dificultan en -mayor o menor medida- la vida de las personas que las sufren.
Y también las de sus descendientes.
• Enfermedad mental en
embarazadas
Debido al elevado número de
personas que sufren una enfermedad mental a lo largo de su vida y que, además,
tienen hijos, muchos centros de salud cuentan con programas de psiquiatría
perinatal. Estos servicios están especializados en el diagnóstico y el
tratamiento de los trastornos psiquiátricos asociados a la maternidad. Una
persona que padece una depresión grave o esquizofrenia, por ejemplo, puede tener
serias dificultades para proporcionar el marco necesario de seguridad, atención
y afectividad para que un niño se desarrolle psicológicamente de forma adecuada.
• El 20% de las embarazadas sufre
algún problema psicológico que puede perjudicar el vínculo entre madre e hijo
Durante mucho tiempo, se ha
creído que el embarazo garantizaba una época de bienestar para las futuras
madres. Pero numerosas investigaciones muestran que no ejerce un factor
protector en la salud psíquica de las mujeres, ya que el 20% de las embarazadas
sufre algún problema psicológico. Los más frecuentes son los trastornos
depresivos o de ansiedad. Y pueden perjudicar el vínculo materno-filial,
fundamental durante los primeros meses de vida para el futuro del niño, como
señalan la mayoría de los expertos.
• Tras el estigma de la
enfermedad mental
Según un estudio realizado por la
Universidad Complutense de Madrid, en colaboración con Fundación Manantial, con
206 hijos menores de 60 personas atendidas en la Red de Atención Social a
Personas con Enfermedad Mental de la Comunidad de Madrid, el 65% de las que
padecen un trastorno mental tuvo hijos después de que comenzaran sus problemas
psicológicos. A tenor de los resultados, el perfil de la persona que sufre una
patología mental y tiene hijos es una mujer entre 41 y 50 años, con dos hijos
cuya edad media es de diez años, ingresos que provienen de una pensión no
contributiva y una minusvalía del 65% debida a una esquizofrenia o un trastorno
de la personalidad.
Algunos de los datos que más
llaman la atención del estudio es que el 43% de los niños no saben que sus
padres sufren una enfermedad mental, y casi un 70% de los adultos no hablan con
ellos de sus problemas psicológicos. Además, la mitad de los niños no viven con
sus padres; y cuando es la madre la afectada solo uno de cada diez niños viven
con ellas.
Para intentar prevenir que los
niños sufran déficits psicológicos que puedan comprometer su desarrollo, la
Fundación Manantial y Obra Social Caja Madrid han puesto en marcha el proyecto
'La Casa Verde', un programa de apoyo, prevención y seguimiento para niños entre
cero y cinco años hijos de personas que sufren una dolencia psiquiátrica.
• CÓMO AYUDAR A LOS HIJOS DE
ENFERMOS MENTALES
Según el Real Colegio de
Psiquiatras (Reino Unido), los siguientes factores pueden ayudar a mitigar los
posibles efectos negativos de crecer con unos progenitores que sufren una
enfermedad mental:
• Tener a uno de sus padres o
familiares adultos que ofrezca seguridad, consistencia y cariño.
• Recibir información o
explicaciones sobre la enfermedad de sus padres.
• Que progenitores y maestros
sean conscientes del estrés que puede sufrir un niño con un padre enfermo.
• Reconocer que una conducta
difícil de un niño puede ser una petición de ayuda.
• Apoyo y ayuda práctica para la
familia en los cuidados del niño.
• Apoyo de los servicios sociales
ante problemas que pueden dañar la salud del niño o su desarrollo.
• Cuando un niño o un adolescente
tiene problemas de conducta que interfieren en su vida diaria, puede que
necesite la ayuda de un especialista. El médico de familia podrá aconsejar sobre
los recursos locales y derivar al joven, si precisa, al centro de salud mental
infanto-juvenil de la zona.
• Un niño puede beneficiarse de
tener la posibilidad de hablar sobre la enfermedad de sus padres y de sus
preocupaciones con un profesional especializado con estos temas. Puede necesitar
también ayuda para manejar sus propios problemas emocionales y conductuales.
LinK:
http://www.consumer.es/web/es/salud/psicologia/2012/02/05/206650.php /
Fuente: http://www.consumer.es/
,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,