3/3/2012
Depresión melancólica o melancolía
Según algunos estudios, las personas de mediana edad o
edad avanzada
sufren este tipo de depresión de manera frecuente
Por JOSÉ A. RODRÍGUEZ
24 de febrero de 2012
Foto: Marc van der Aa by
vp.com
La melancolía es un tipo de
depresión mayor grave, cuyo origen parece ser, sobre todo, biológico. Aunque
puede mejorar gracias a una combinación de tratamientos farmacológicos y
psicoterapia, se considera un trastorno crónico y está relacionado con un número
elevado de suicidios. En los casos más graves, que no mejoran con medicación ni
con psicoterapia, en ocasiones, se emplea la terapia electroconvulsiva.
La depresión es el trastorno
mental más frecuente de esta época. Esta enfermedad psiquiátrica se clasifica en
función de su nivel de gravedad. Uno de los más graves es la depresión mayor, en
la que predominan sobre todo los síntomas afectivos, como la tristeza
patológica, la irritabilidad, el sentimiento subjetivo de malestar o el
decaimiento. La persona tiene frecuentes pensamientos negativos y puede sufrir
problemas somáticos, como dificultad para dormir.
Pero en el caso de la depresión
mayor, hay un subtipo que es muy grave. Es la depresión melancólica o
melancolía. Esta se caracteriza por los siguientes síntomas: pérdida de placer
en todas o casi todas las actividades, falta de reactividad a estímulos que de
forma habitual resultarían placenteros, mayor sensación de malestar por la
mañana, cuando la persona se despierta muy pronto -denominado 'insomnio de
tercera fase'- y en estado de alerta, pérdida de peso, enlentecimiento o
agitación psicomotriz y culpabilidad excesiva o inapropiada que roza el delirio.
• ¿Cuál es la causa de la
depresión melancólica?
Uno de los aspectos más
relevantes de la depresión melancólica implica que es un trastorno que no
responde a una situación vital de la persona que lo sufre. Más bien, es una
tendencia de determinadas personas a caer en épocas de melancolía, en las que
les cuesta un enorme esfuerzo funcionar en su vida cotidiana de forma aceptable
o no lo consiguen. Por eso, se ha considerado como probable que el origen de
esta patología tan grave sea biológico, ya que predominan los síntomas
vegetativos, como despertarse muy pronto por las mañanas o la pérdida de apetito
y peso, que puede desembocar en anorexia.
El sistema nervioso autónomo o
vegetativo es la parte relacionada con la regulación de las funciones de la vida
vegetativa (como la respiración, la digestión, la circulación sanguínea, etc.) y
que, por lo tanto, no están controladas por la voluntad. Otra de las pruebas que
parecen avalar la hipótesis del origen biológico de la enfermedad es que las
personas que la padecen responden mejor a un tipo de antidepresivos, los
tricíclicos -uno de los primeros que se emplearon para combatir la depresión-,
que las personas que sufren la forma no melancólica. • Combatir la depresión
melancólica
Debido a la gravedad de este
trastorno -que se relaciona con un elevado riesgo de suicidio entre los
afectados-, es vital iniciar un tratamiento especializado. Por este motivo, es
necesario tomar fármacos antidepresivos. Los más utilizados son los tricíclicos
y otros más modernos, como los antidepresivos inhibidores selectivos de la
recaptación de la serotonina.
Pero también es importante que la
persona siga algún tipo de psicoterapia para que aprenda a afrontar sus
pensamientos negativos y sus ideas de culpa. En los casos más graves y que no
mejoran con medicación ni psicoterapia, en ocasiones, se emplea la terapia
electroconvulsiva o 'terapia por electroshock'.
ORIGEN DE LA MELANCOLÍA
Hipócrates (460 a.C.-370 a.C.)
está considerado como el primer médico de la historia que intentó un abordaje de
la medicina al margen de las supersticiones y mitos de su época. Utilizaba el
término 'melancolía' para referirse a una enfermedad que se debe, según su
opinión, al desequilibrio de la atrabilis, uno de los cuatro humores corporales.
De este modo, en sus 'Aforismos' cita que: 'Cuando el miedo y la tristeza duran
largo tiempo, entonces se trata de melancolía'.
Durante muchos siglos, la teoría
de que la melancolía se debía a un desequilibrio de este humor corporal fue la
predominante. Después de muchos avatares, en los que incluso la Iglesia católica
consideró que la causa de la melancolía se debía a algún pecado, el psiquiatra
vienés Sigmund Freud publicó, en el año 1917, uno de sus artículos más
relevantes: 'Duelo y melancolía'. En él estableció la diferencia entre la pena y
la melancolía.
Para Freud, la causa de la pena
sería la pérdida real de alguien, es decir, una separación de pareja o la muerte
de un ser querido, entre otras. En cambio, en la melancolía, la pérdida tiene
más de emocional que de real. La persona que la padece tiene la autoestima muy
baja y se siente muy culpable, mientras que la persona que sufre una pena (o
vive un proceso de duelo) no siempre ve afectada su autoestima.
Link: http://www.consumer.es/web/es/salud/psicologia/2012/02/24/207269.php
Fuente: http://www.consumer.es/
,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,