El Sentido se la
Vida
Sin él, el individuo no sabe
hacia dónde orientar
sus
sentimientos,
acciones,
palabras o esfuerzos.
Eugenia Plano – www.vidapositiva.com
17 de mayo
2012.
Objeto de estudio de la
filosofía, la psicología, la sociología, la religión y la ética, el sentido de
la vida es una de las búsquedas radicales en la biografía de un ser humano.
Por definición, el sentido de
la vida es la necesidad de dar respuesta a la propia identidad del individuo. El
sociólogo Carlos Castro, de la Universidad Católica Andrés Bello, de Caracas,
Venezuela en su artículo “El vacío existencial” plantea que para encontrar
sentido primero llegan las preguntas: “ ¿Por qué vivir? ¿Para qué vivir? ¿Quién
soy? ¿De dónde vengo y a dónde voy? ¿Qué hacer con mi vida? ¿Qué camino seguir?
¿Qué hacer para sobrevivir?“
Estos son los grandes
interrogantes existenciales que guían la vida de los seres humanos y muchas
respuestas se encuentran, se reencuentran o bien, se modifican en el camino. El
cambio es lo único permanente en la búsqueda de la propia identidad. Pero, puede
suceder que la formulación de estos interrogantes sean negados por el individuo.
Las preguntas incomodan, ya que cuestionarse implica una autocrítica. Una
reflexión profunda de nuestros verdaderos deseos y necesidades trae como
consecuencia la verdad, la reformulación de objetivos y finalmente, trabajar y
sacrificarse por la propia felicidad.
Entonces, ¿qué ocurre si la
búsqueda del sentido de la vida es negado por el individuo? Sucede el vacío
existencial. Viktor Frankl fundador de la técnica psicológica conocida como
Logoterapia y autor del libro “El sentido de la vida” define al vacío
existencial como el desencuentro del ser humano con su propio deseo. “Tienen el
sentimiento de que sus vidas carecen total y definitivamente de un sentido. Se
ven acosados por la experiencia de su vaciedad íntima, del desierto que albergan
dentro de sí. Padecen un sentimiento de vacío interior y de absurdidad de la
vida, una incapacidad para sentir las cosas y los seres'.
Por su parte el psicólogo,
Eduardo Rovner, afirma que en su experiencia clínica la cantidad de pacientes
que experimentan vacío existencial ha crecido notablemente, con respecto a
décadas atrás. “Estas personas son conscientes de la sensación de vacío interior
pero se defienden sobrecargándose de actividades. En lugar de formularse
conscientemente las preguntas que deberían plantearse acerca de los cambios a
introducir en sus vidas, implementan diferentes procedimientos para no
enfrentarse consigo mismos”, advierte ¿Cuáles son las vías de escape más comunes
para continuar en el vacío existencial?
Trabajar desmedidamente,
llenarse de todo tipo de actividades o proponerse objetivos que escapen de todo
vínculo afectivo, “pero una vez alcanzados dan lugar nuevamente al agobio que
acompaña a esa sensación de vacío“, sostiene Rovner.
Además, de la propia psiquis
del individuo, ¿existen otras variables que impiden la búsqueda del sentido?
¿Cuánto pesa la cultura actual en el vacío existencial? Nuestro contexto ha
recibido el nombre de posmodernidad, y se caracteriza por la caída de las
grandes instituciones, como el Estado o las religiones tradicionales que han
traído como consecuencia la liberalización de las creencias y las opciones
disponibles cultural y socialmente. Los valores y creencias ya no dependen de
las normas, usos y costumbres institucionales, hoy la libertad ha puesto en
aprietos al hombre posmoderno, él debe ser artífice de su sentido, ha quedado
huérfano de aquellos grandes padres que eran las instituciones.
¿Qué sucede hoy en esta
búsqueda del sentido? El sociólogo francés, Gilles Lipovetsky, en “La era del
vacío”, explica que el sujeto posmoderno al no saber hacia dónde encaminar su
sentido, se ha vuelto hacia si mismo, busca el goce inmediato en función de la
actividad del momento y le cuesta proyectar a largo plazo.
Experimenta la “saturación del
yo”, pero se produce una gran paradoja. El individualismo posmoderno no recae
necesariamente, en el encuentro con uno mismo ¿Por qué? El sociólogo inglés
Anthony Giddens, en “Modernidad e identidad del yo”, plantea que la sociedad
actual está regida por la “pluralidad de sentidos” ya las opciones no se
encuentran limitadas por las creencias y valores que ofrecían las grandes
instituciones, que de alguna manera, ordenaban y brindaban los usos y costumbres
sociales. Es decir, hoy existen millones de criterios para elegir.
“La ruptura de los parámetros
de certidumbre y certeza dejan al individuo sin un asidero cultural bajo el cual
dar respuesta a los dilemas existenciales”, formula Giddens. La biografía del
individuo es inseparable de su contexto, entonces, hoy en día la diversidad no
ha llevado al encuentro y la búsqueda de un nuevo sentido sino al
individualismo.
En este marco, el Lic. Carlos
Castro explica por qué en la actualidad el vacío existencial es tan frecuente a
nivel social: “ El predominio de una vida cotidiana en constante reflexión y
redefinición, ante la pluralidad de criterios, se convierte en fuente de
frustraciones existenciales y de factor desencadenante del vacío existencial.
Una cultura que no ofrece una pauta normativa y valorativa a la cual seguir como
explicación de la vida y de la muerte, ocasiona puntos de desenclave entre el
individuo y la sociedad que acarrean crisis existenciales y acciones
egoísta-narcisista que limitan la capacidad de trascender y realizar un proyecto
de vida pleno con sentido“.
Nosotros somos los otros.
Quizá el sentido se encuentre en valores como la solidaridad y la empatía, y así
la biografía dejará de mirarse a su misma.
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