El Premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel consideró ayer "preocupante" la "manipulación" de presos para participar de actos políticos y pidió una investigación que determine si se cometieron irregularidades en las cárceles federales.
"No puede hablarse de reinserción social cuando se están utilizando políticamente a los internos", dijo Pérez Esquivel. Pidió, además, analizar qué control hace el Ministerio de Justicia de estas situaciones y apuntó a los jueces que autorizan las salidas de presos para participar de actos políticos disfrazados de jornadas culturales.
El dirigente de la Comisión por la Memoria de la Provincia (CMP) ratificó su posición a favor de que "la gente que tiene una condena no entre en un depósito humano, sino que se rehabilite bien para su reintegro a la sociedad".
No obstante, en diálogo con radio Continental, señaló que el involucrado "también tiene que cumplir la condena impuesta" y debe tenerse en cuenta en qué condiciones la cumple. "Si se los saca para actos políticos, se tendrá que analizar qué pasa con la Justicia", advirtió el referente de los derechos humanos.
En el contexto de la polémica por la salida de presidiarios para participar de actos vinculados con organizaciones kirchneristas, se le preguntó a Pérez Esquivel sobre la posibilidad de que los jueces que otorgan esos permisos sean objeto de presiones por parte del poder político. "No todos los jueces son iguales; hay jueces que tienen su posición ideológica o son sujetos a presiones también; esto es lo que está pasando", advirtió.
Las críticas a la política defendida por el Gobierno se ahondaron ayer con dos pedidos de la oposición. Uno, del jefe del bloque de diputados de la UCR, Ricardo Gil Lavedra, que exigió la renuncia del titular del Servicio Penitenciario Federal, Víctor Hortel. El otro, del legislador del peronismo disidente Francisco de Narváez, que anticipó que reclamará la presencia en el Congreso del ministro de Justicia y Derechos Humanos, Julio Alak, para dar explicaciones.