El estado presente

A pocas horas de haber ocurrido una de las mas grandes tragedias climáticas registradas en el territorio de la Nación, la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner dio a conocer las medidas implementadas para ayudar a paliar la grave y difícil situación. Las dificultades se acrecientan a partir que ha pasado el temporal, porque es el tiempo de la reconstrucción, el momento en que cada uno de los afectados toma dimensión de lo perdido: desde lo material hasta los recuerdos de la vida constituida por fotos y todo aquello que forma parte inescindible de lo cotidiano. Las escenas que con obsceno deleite mostró la televisión dieron cuenta de la dimensión de la tragedia y fueron desencadenantes de sentimientos contrapuestos: por un lado el dolor provocado por la tragedia, por otro el orgullo que se siente por un pueblo movilizado por sus semejantes, y que entre todos se destacara el trabajo de los jóvenes. Que fueron injustamente fustigados por su condición de militantes, porque orgullosos lucían su identificación; mejor así que hayan sido criticados por su identificación política, por sus convicciones, por su militancia que asegura la vigencia de la política, y no que se haya mencionado su ausencia porque paseaban, o por el cansancio que los hacía merecedor del descanso. El titular de ANSES Diego Bossio brindó información sobre los beneficios que serán otorgados inmediatamente y sin trabas burocráticas, pero con controles estrictos. La verificación de los derechos permitirá automáticamente la disposición de los pagos. Y que comprende a partir de abril, los pagos extra a jubilados y pensionados, beneficiarios de asignaciones familiares, Asignación Universal por Hijo, Asignación por Embarazo, seguro de desempleo y los planes de crédito para vivienda y para jubilados a través de la tarjeta Argenta. Son 400 millones de pesos de asignación directa para damnificados. Suman 600 millones de pesos de créditos a jubilados y pensionados a través de la tarjeta Argenta, con tasa fija del 9,9 por ciento anual, 40 cuotas y dos meses de gracia, 40 mil créditos para refacción de viviendas a través del programa Pro.Cre.Ar, a 48 meses, con tres de gracia y tasas del 7 al 14 por ciento según el nivel de ingreso del beneficiario. Esto alcanza a unos 1400 millones de pesos. Y para los sectores de menores recursos se va a disponer de 120 millones de dólares de financiamiento del BID y la CAF para infraestructura social de viviendas. Es decir, un estado fuerte y con una actitud de presencia en el momento crucial del desastre.

(Gran Papiyo)