A veces, circunstancias de la vida nos llevan a la tentación de tirar todo por la borda y renunciar a los ideales que nos emocionó en la juventud. Juzgarnos a nosotros mismos castigado por Dios, cuando en realidad esta no castiga a nadie por ser la fuente del amor verdadero.
Los obstáculos existen, es cierto, y muchos en nuestro camino, de todos los tamaños e intensidades. Pero estas dificultades son - los dos nos gusta cuando aparecen - que valoran nuestros logros y ennoblecen.
Algunos van tan lejos como para desacreditar a todo ya todos y que da incluso la gente que amas. No hay nada peor y más injusto que eso. Los obstáculos deben ser vistos como retos, así como los privilegios que la vida nos da, porque son oportunidades para nosotros de demostrar nuestro valor.
Se nos exhorta a que Fernando Pessoa, un texto magistral: "Nunca renunciar a ti mismo. Nunca le dé a la gente que amas.
Peter Bondaczuk
|