Es tan difícil ver que ya no está, algún día dejará de doler y la recordaré con una gran nostalgia pero también con una sonrisa, porque de mi amiga, de mi hermana querida, solamente tengo sonrisas. 

Aída, no me esperaba tus palabras.  Me acabas de dar una sonrisa, leer lo que dices es muy grato, no porque me pidas perdón, sino porque reconoces que te equivocaste y esa acción no la dejo pasar por alto jamás.

Dicen que errar es de humanos y de sabios rectificar, pero eso va más allá, no se trata de ser sabio o ignorante, se trata de sentimientos, se trata de valores espirituales. 

Reconocer que se ha cometido un error y rectificar es demostración de humildad más que de sabiduría, me alegra que me demuestres que no sufres de soberbia, porque el que no rectifica ni reconoce que se equivocó, el que se mantiene en su postura con terquedad y prepotencia, lo que tiene en su alma es una gran dosis de soberbia y lo que es peor, se siente orgulloso de su soberbia y la demuestra.

El universo se ocupa de los soberbios, el universo tarde o temprano les mete un garrotazo en el cuello.

Claro que te perdono y en nombre de Layla te digo que ella te perdona, porque Layla no hubiera leído tus palabras sin que le tocaras el corazón, puedes estar segura que Layla te perdonó hace mucho tiempo igual que yo, porque en su alma ni en su corazón existían la soberbia ni el resentimiento.

Yo lo tomé como un mal entendido y me sentí desarmada ante tu actitud, no tuve armas para defenderme y lo dejé así, pero no hay nada que perdonar, dentro de todo, el mal entendido te dió razones poderosas para dudar de mí, lo que realmente me dolió y me dió mucha tristeza es que me vieras así de fea, si me hubieras conocido, entonces esas razones no hubieran sido tan poderosas.

Pero hay una razón muy poderosa para todo esto, internet no muestra caras.

Creo que de todas las personas que me atacaron aquí, la única que tuvo razones para hacerlo fuiste tú, porque tú si tuviste pruebas, falsas, pero eran pruebas.

Leí en este panel a personas que no tengo la menor idea de quienes son, que destilaron veneno hacia mí, que demostraron que son mis enemigos, sin pruebas y de gratis, se convirtieron en mis enemigos gratuitos, me demostraron un odio, que hasta donde sé es más que gratuito, sus palabras siempre fueron nocivas, escritas con toda la intención de hacerme daño.

Pero no lo lograron, el único daño que me ha causado internet es perder a Layla y le agradeceré eternamente a internet que me la haya colocado en el monitor hace más de 8 años. 

Tú no, tu demostraste enojo y consideré que estaba más que justificado.

Macoco, no sé si me leerás, veo que tienes mucho tiempo sin entrar, espero que estés bien.  Leí el mensaje que me dejaste aquí, me lo enviaron por correo, muchas gracias, ese mensaje sí me lo esperaba, estaba segura que tú dirías algo como eso, que no te quedarías callado, que por miedo no te escudarías en un silencio cómplice.

Gracias a todos, fue muy reconfortante leerlos.