ADVERTENCIA
Si alguna vez sufres –y lo harás– por
alguien que te amó y que te abandona, no le guardes rencor ni le
perdones: deforma su memoria el rencoroso y en el amor el perdón es sólo
una palabra que no se aviene nunca aun sentimiento.
Soporta tu dolor
en soledad, porque el merecimiento aun de la adversidad mayor está
justificado si fuiste desleal a tu conciencia, no apostando sólo por el
amor que te entregaba su esplendor inocente, sus intocados mundos.
Así
que cuando sufras –y lo harás– por alguien que te amó, procura
siempre acusarte a ti mismo de su olvido porque fuiste cobarde o quizá
fuiste ingrato. Y aprende que la vida tiene un precio que no puedes pagar
continuamente. Y aprende dignidad en tu derrota agradeciendo a quien te
quiso el regalo fugaz de su hermosura.
Felipe Benítez Reyes
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