Los libros
Sergio Pérez Castañeda
Las personas algunas veces son como los libros. Están llenas de datos inútiles que en la vida diaria no son aplicables. Hay quienes son como los libros especializados en alguna
materia en particular . Son fríos, técnicos y sabihondos; pero en cuanto los
sacas de su área, no saben nada.
Así son quienes siempre hablan de trabajo u oficio,
las 24 horas del día, en su azarosa vida, no existe otro tema mas importante.
Hay, los que parecen tratados de filosofía, todos
sus esquemas son en el campo de las ideas.
Existe un frió desprecio hacia otras corrientes o
maneras de pensar, reflejando esa conducta
con las demás personas.
También existen, como los libros religiosos,
que son mas importantes las formas que su
contenido moral.
Se aprenden de memoria las ceremonias y
liturgias, sin comprender el motivo de estas
y su función final.
Otros son como los libros de poesía, subliman el
amor a tal grado, que se enamoran del amor.
Y en la vida batallan para acomodar sus ideales
amorosos con el incesante afán de construir una
relación a partir de lo poco o mucho que saben
compartir.
Hay quienes son como esos libros caros y
ostentosos, que se compran por metros para
adornar oficinas y despachos, a los que
nadie hojea ni lee.
Sin embargo, hay otros rústicos y sencillos,
que seguirán iluminando a quienes los posean, son libros de todos y de nadie,
esos que se consideran universales, es decir, siempre
compartirán parte de la vida de los demás.
Y por ultimo existen los libros de tapas, esos que
en su interior las hojas están en blanco,
pues dejan su vida en manos de otros, jamás
fueron capaces de emitir un pensamiento propio.
Se gastaron su vida,viendo la de los demás,nunca
vieron en su provecho, fueron banales e insulsos.
Lo lastimoso de esta actitud, es que llegaran
al fin, como esas lacónicas lapidas que solo
dicen.....Nació el.......y murió el......
Hagamos de nuestra vida un libro que nos guste,
que hable de poesía, de tecnología, de Dios,
de principios morales, de la ciencia, de la
vida cotidiana, de amores y desamores, de
logros y fracasos.
En fin, de nuestra existencia, vivida a lo máximo,
en provecho y experiencia, para nuestro progreso
y provecho de los demás, seamos como esos
libros que atesoramos por siempre en
nuestra memoria, y que por el simple hecho de rememorarlos nos
trae felicidad.
Para que al libro de nuestra vida, seamos
nosotros los que pongamos en sus ultimas letras,
la palabra fin.
Pero eso si, en el apartado donde se pone el
nombre del autor, pongamos valiente y satisfactoriamente el nuestro.
! Ah ! y que no se nos olvide, que no hay limite
para palabras ni paginas, es mas ni de volúmenes ,
así que de nuestra vida, bien podemos escribir
toda una colección
Fondo by Taty © 2010
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