¿Quieres perder unos kilos sin demasiado esfuerzo?
Tómate una hora antes de comer una manzana,
una pera o una patata cocida; come verduras
hervidas o ensaladas frescas de primer plato;
sustituye el azúcar por miel y la sal por otros
sabores como el vinagre, el limón, la cebolla...
y, por último, come siempre despacio,
masticando lentamente.
Fuente: Revista Mía