Las letras acomodadas,
por afinado sentido,
armonizan ese ruido
que los corazones bailan,
y en elegante zurcido
mezclado con sentimiento,
un ósculo echado al viento
va arrancando los suspiros;
por lo tanto en su momento
Cupido sin mucho tiento
hallara blanco seguro
apoyado en ese rezo.
Desconozco el autor
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