Pocos son los que se dan cuenta que su depresión se debe a que muchas cosas no funcionan bien en sus vidas y no se atreven a cambiar.
Pueden tener problemas de relación, sentir miedo, soledad, estar desconformes con su trabajo, cansados de la rutina, sentirse segregados, usados y estar acostumbrados a transitar la existencia como si fuera una pesada carga, resignados, descontentos, aburridos, y sin ninguna motivación, porque creen que no se merecen esperar más de la vida.
Tener motivaciones es la posibilidad de cambio y de la realización personal para recuperar el sentido a la vida y poder salir de la depresión.
Pero primero tienen que conocerse mejor y saber lo que quieren, conocerse más, qué es lo que hacen bien, que es lo que les gusta hacer, cómo les gusta vivir, que es lo que más desean en esta vida; y esta es una tarea personal de introspección.
Otro factor para el cambio es ampliar la perspectiva sobre la realidad adoptando un punto de vista positivo y optimista, viendo la parte buena de la vida que no pueden ver, aprender a reconocer y valorar las propias cualidades y a enfrentar nuevos desafíos sin miedo.
La confianza en uno mismo es importante para tener buen rendimiento en el trabajo, porque no todo lo hace un título, también es necesario animarse a ser más creativo y un poco más audaz, ya que este es el perfil para los puestos de liderazgo.
Si han fracasado alguna vez, esta no es una razón para bajar los brazos y perder toda esperanza, porque los planes y los proyectos son parte de la vida y ser capaz de empezar de nuevo eleva la autoestima y alienta a seguir adelante y a no quedarse estancados.
Al cuerpo hay que cuidarlo, tratarlo bien y no cometer excesos, porque la depresión suele provocar adicciones, al alcohol, a las drogas, al cigarrillo, a la comida; y tener buena salud y sentirse bien ayuda a ser activo.
Apostar a la queja, el desaliento y al pesimismo, enferma, y los convertirá en candidatos al sufrimiento, porque es verdad que nos programamos para todo, inclusive para sufrir.
Es necesario convencerse que la enfermedad es la excepción y estar sano es la regla; y que aprender a reírse de todo, principalmente de uno mismo, nos vuelve personas saludables.
Hoy es el día para empezar a cambiar, porque el que posterga todo para mañana o el mes que viene, termina renunciando a su natural impulso vital y se enferma.
No se puede esperar a que el bienestar y la tranquilidad vengan de afuera, porque la verdadera felicidad viene de adentro, estando en paz con uno mismo.
Aprendan a no criticar ni hablar mal de los otros porque lo más probable es que se equivoquen, porque la crítica suele ser destructiva, no resuelve problemas ni produce ningún efecto benéfico, solamente desprestigia a otro que no puede defenderse.
Les cuento un ejemplo: el encargado de mi edifico me avisó que la puerta de mi auto, que estaba en el garage, tenía dos rayas en la puerta que parecían hechas con una llave, y se apresuró a culpar a un vecino sin tener ninguna evidencia en su contra; sin saber que había sido yo misma con mi bicicleta.
Por esta razón, no vale la pena criticar, borra los chismes de tu agenda y tendrás un montón de tiempo disponible para desplegar toda esa creatividad que gastas en desprestigiar al prójimo.
Aprende a cocinar, conéctate con los alimentos saludables desde que los compras hasta que lo llevas a la boca, proporcionan placer y prolongarán tu vida, permitiéndote mantenerte sano y activo y además dándote la oportunidad de ser creativo preparando platos diferentes.
Se un buen amante y preocúpate por satisfacer a tu pareja. El sexo es un acto privado y libre y cada pareja es única. No te dejes llevar por lo que te dicen los demás y haz el amor como tu lo sientes y como hace sentir bien a la persona que está contigo.
Cultiva tu vida espiritual, que no se trata solamente de practicar una religión, sino de conectarte con la totalidad de la cual formas parte, de la manera que te resulte más fácil, ya sea por medio de la meditación, la oración, el arte o la música.