DESTRUYENDO LA PROGRAMACIÓN NEGATIVA
Hay personas que consideran que la programación negativa a la que han sido sometidas por sus padres durante la niñez se ha convertido en algo tan automático y la grabación de los hábitos tiene trazos tan profundos en el sistema nervioso, que les resulta extremadamente difícil borrarlos o reemplazarlos por otros más positivos.
Comentaré distintas técnicas empleadas para la destrucción de la programación negativa, pero hay que tener en cuenta que finalmente se empleará la técnica que nuestro Yo Superior nos indique como más adecuada para este proceso. Menciono algunos ejemplos para dar una idea general.
Vi una ladera cubierta de nieve, sobre la que se destacaban claramente unas huellas de esquís. Mientras contemplaba la escena, me di cuenta de lo fácil que resultaría seguir esas mismas huellas para descender la ladera. Esto me hizo ver por qué resulta tan fácil repetir un viejo patrón de conducta. También comprendí que el miedo de volver a caer en él me paralizaba y me impedía emprender alguna acción para cambiarlo y dejar un par de huellas nuevas.
Pedí que se mostrara lo que podía hacer, con el fin de remediar esta situación y la respuesta llegó a mi mente como un relámpago de claridad: "Ponte los esquís y baja describiendo curvas que vayan cruzando las huellas marcadas". Lo llevé a cabo en mi imaginación y sentí un gran regocijo, por estar haciendo algo definitivo para romper los viejos moldes. Esto también me ayudó a disipar el miedo y la parálisis anteriores.
De ahí en adelante, cada vez que me sorprendía a mí misma a punto de repetir un viejo hábito, procedía de inmediato a visualizar las huellas de mis esquís cortando en zigzag las marcas anteriores y dejando un trazo absolutamente nuevo. Este ejercicio de visualización me ayudó a tomar una decisión consciente de actuar de la nueva manera preferida, en vez de recaer en el viejo patrón nuevamente.
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