Cinco enfermeras se reúnen en la cafetería del hospital a tomar el desayuno y charlar sobre las actividades nocturnas.
Han pasado una noche de guardia algo orgásmica y como buenas mujeres, se lo están comentando entre ellas:
- Anoche creo que me acosté con un anestesista.
- ¿Por qué?, preguntan las otras damas de blanco.
- Porque no sentí nada, pero nada de... nada.
- Entonces yo seguro me acosté con el Director.
- ¿Por qué?.
- Él daba órdenes y todo el trabajo lo tenía que hacer yo!.
- ¡¡Jah...!!. El mío debía ser un médico residente. Se la pasaba preguntando:
¿Va todo bien?... ¿lo estoy haciendo bien?... ¿es así como se hace...?
- Yo estoy completamente segura que el mío resultó ser el Jefe de mantenimiento.
- Y eso...¿por qué?.
- Porque cuando me vio desnuda en la cama dijo: - Pero…
no puede ser!... es mucho trabajo para mí, voy a buscar
a un ayudante que me dé una mano.
Todas se quedan observando a la quinta enfermera, que no había dicho ni una palabra pero que tenía una hermosa cara de felicidad, y le preguntan, curiosas:
- Y vos... ¿con quién te acostaste?.
- Creo que con el técnico de rayos X... UNA MARAVILLA!.
- ¿Y por qué?
- Porque lo hizo en delantero, posterior, lateral, ambas oblicuas y sobre todo en plano axial...
Y cuando terminó me dijo: - ¡¡¡QUÉ DESGRACIA... TE MOVISTE... HAY QUE REPETIR TODO!