Su primer dueño pensó que no podría sobrevivir y consideró el ‘ponerlo a dormir. Así que una amiga se lo pidió, asegurándolo que él lo cuidaría.
Ella estaba determinada a enseñar y entrenar a su perrito a caminar por sí mismo, por lo cual lo llamó Fe.
Al principio, ella puso a ‘Fe’ en una tabla de “sky” para que pudiera sentir los movimientos,
después uso mantequilla de maní en una cuchara,
como recompensa si lograba pararse y brincar hacia ella. De manera sorprendente, después de 6 meses, como un milagro,
Fe aprendió a balancearse sobre sus dos patas y brincar para moverse hacia el frente.
Y después de un entrenamiento en la nieve, Fe puede ahora caminar como un ser humano.
A Fe le gusta caminar en los alrededores, y no importa hacia donde vaya, atrae la atención de las personas y
se ha hecho famoso entre todos quienes lo conocen. Ha aparecido en varios periódicos y shows de televisión e incluso
se editó un libro llamado “ten un poco de fe”, inspirado en su discapacidad.
Y se está considerando que aparezca en una película.
Su dueña actual, Jude Stringfellew ha dejado parte de su trabajo para presentarlo en muchos lugares alrededor del mundo para
demostrar que no importa que cuerpo o cualidades tengan, ya que lo importante es lo que se tiene en el alma.
En la vida siempre habrá cosas que nos desagraden.
Quizás alguien pueda sentirse mejor si alguien le da la oportunidad de cambiar su punto de vista hacia una mejor dirección.
Espero que este mensaje traiga una manera más fresca de pensar hacia nosotros y los demás;
y, que podamos apreciar y agradecer por cada hermoso día.
Para nunca te dejes vencer… nunca digas no puedo… La vida es una continua demostración de voluntad!!!