Eran siete cuadras colmadas de gente, lo que equivaldría a unas 30.000 personas. Aunque la mayoría eran jóvenes, había gente de todas las edades. Desde niños hasta adultos mayores. Un anciano caminó desde el inicio de la marcha, en la Universidad de la República, hasta su destino final, en la Plaza Independencia, con un bastón.
Al llegar a la plaza, los dos referentes de la Comisión No a la Baja, Fabiana Goyeneche y Federico Barreto, leyeron una proclama, en la que consideraron que con la imponente manifestación de ayer "el plebiscito ya está ganado". "Somos miles gritando no a un retroceso de derechos. No a los atajos. No a la criminalización de la juventud", gritó sobre el estrado, donde luego tocaron varias bandas hasta altas horas de la noche.
"Son estos jóvenes, que en los primeros años del siglo, dos de cada tres vivían nuestros problemas de convivencia y seguridad. Y es que son los mismos que los abandonaron a su suerte quienes hoy tanto se acuerdan de ellos para pedir reja, palo y mano dura. No podemos permitir que se salgan con la suya. No lo permitiremos", dijo, en tanto, Barreto.
"Desde todos los rincones construiremos trincheras, y estamos logrando algo que parecía imposible: ganaremos", gritó y se hizo un fuerte aplauso.
Goyeneche, en tanto, advirtió al final de la lectura, que la marcha significaba "una línea trazada para el futuro, un grito que resuena desde la historia: los derechos no se bajan". Y tras esto empezó un festival de fuegos artificiales.
Aunque la mayoría de las banderas que se podían ver ayer se limitaban a pedir "no a la baja", también había varias banderas de diferentes agrupaciones del Frente Amplio; y, en menor medida, se podía ver perdida alguna bandera del Partido Nacional y del sector batllista del Partido Colorado que está contra la reforma.