“En un mundo perfecto, cada relación le daría a una mujer la intimidad y la sexualidad que necesita para sentirse feliz y segura todo el tiempo. En el mundo real, el cáncer del seno puede hacer difícil el gozar de la intimidad o relaciones sexuales con otra persona”, dice la experta Susan Komen, en su libro “¿Qué le sucede a la mujer que amo? Parejas afrontando el cáncer del seno”.
Existe mucha literatura alrededor del tema porque es necesario convencer a las mujeres que han sufrido una radical de mama, que siguen siendo las mismas en cuanto a sus necesidades y apetencias sexuales, que tenían algo de su cuerpo que estaba enfermo y había que eliminar.
No hay que sentir temor del nuevo cuerpo. O rechazo.
Tampoco se trata de presionarse u obligarse a tener sexo. Algunas veces se puede desear sólo la intimidad en la relación, los mimos, cariños y ternuras. Otras, se puede desear ambas o quizás ninguna. Esto esta bien y es completamente natural.
Ambas enriquecen la vida y proporcionan más unión a la relación.
ANTE EL ESPEJO
Si te es difícil a ti y a su pareja hablar de sus sentimientos y sexualidad antes de que tuvieras cáncer del seno, probablemente será ahora más difícil hacerlo.
Aunque no existe un momento perfecto para hablar, algunos momentos son mejores que otros. Escoger el adecuado, en que ambos estén relajados y solos, posibilita una gran fuente de intimidad y comprensión.
Cuando te sientas cómoda, sobre todo después que ha pasado algún tiempo de la intervención quirúrgica, exterioriza tus sentimientos, tanto los buenos como malos.
Es importante conversar con la pareja sobre los temores más grandes porque en el fondo, muchas de nosotras tenemos miedo de que nuestro nuevo físico perturbe la sexualidad del otro.
Si hablamos, le damos a la pareja la oportunidad también de sincerarse, de darnos ánimo y confianza. De apoyarnos.
Los hombres pueden tener temor de lastimarte físicamente durante el sexo. El hablar de los sentimientos que cada uno tenga permitirá reafirmar la confianza mutua.
Tu vida sexual va a ser “nueva” de alguna manera, después de la radical de mama. Este evento puede cambiar lo que a ti te gusta hacer o cómo deseas ser acariciada durante el sexo. Puedes buscar ayuda especializada para que puedan entender mejor por las distintas fases que irán pasando.
Puede ser que no desees tener sexo por un tiempo. Si hay una pareja amable y amorosa, fácilmente se dará cuenta de esto. Pero algunos hombres piensan que presionando a su compañera para tener intimidad, le demuestran que para ellos nada cambió.
¿POR QUÉ NO?
- Introduce el romance nuevamente en tu vida.
- Prepara una comida tranquila, íntima, a la luz de las velas.
- Date un baño de agua tibia que esto te relajará y permitirá sentirte más cómoda para una cita íntima.
- No hay que obligarse a tener sexo. Los besos y las caricias pueden proporcionarte igual placer.
- Cambia tu rutina sexual. Experimenta. Prueba cosas nuevas. Diviértanse.
CAMBIAR EL MITO
El cáncer de mama, puede o no cambiar la manera como te ves, pero puede cambiar la manera como te sientes y afectar la imagen que tienes de ti misma.
Por ello, hay que cambiar el mito a favor nuestro. Dejar de pensar que los senos son un símbolo que te define como mujer. El seno ha simbolizado maternidad, sexualidad, erotismo, pero actualmente, para algunas mujeres, los senos también representan cáncer.
Unirse a un grupo de apoyo puede ayudarte a enfrentar todos los cambios en tu cuerpo y en la imagen que tienes de ti misma.
En Cuba, el grupo de apoyo “Alas por la vida”, liderado por el reconocido mastólogo doctor Alexis Cantero, ha significado un gran entrenamiento para miles de mujeres, y también una fuente de fortalezas, amistad y sostén. Sobre todo para aquellas mujeres que encuentran estos cambios difíciles de aceptar. Sanar toma tiempo. Y el grupo, la solidaridad hace posible que en algún momento, toda mujer operada de cáncer del seno, se empiece a sentir más cómoda con su cuerpo. Aceptarse a sí misma tal y como es, resulta parte del proceso.