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General: Para Viajero con todo cariño .... y para tod@s ...
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Respuesta  Mensaje 1 de 9 en el tema 
De: Ruben1919  (Mensaje original) Enviado: 06/12/2014 12:45
TROYANA POESIAS: Para Viajero con todo cariño ....
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Respuesta  Mensaje 1 de 1 en el tema 
De: Ruben1919  (Mensaje original) Enviado: 03/12/2014 20:36

Ismael Enrique Arciniegas (1865-1938)

José Asunción Silva Delmira Agustini autores inicio autores siglo XXI título y primer verso audio Foto biografía wikipedia poemas buscar enlaces nuevo aleatorio selección poemas
MENÚ DE POEMAS por TÍTULO y primer verso

A SOLAS

ABANICOS DE MUSEO

Al porvenir con paso giganteo

Al través de las brumas y la nieve

ANHELO DE POETA

Apagado el incendio quedó el templo en ruinas

ATRACCIONES

Bajo cristales, en vitrinas

Bajo un cámbulo en flor, en la llanura

Ben Adhem (que su tribu florezca eternamente!)

BEN ADHEM Y EL ÁNGEL

Canta la fuente en el jardín

CÓDICE ANTIGUO

Corrido el cortinaje

Cortina de los pilares

De láminas un libro yo hojeaba

De verdes sauces entre doble hilera

DELIRIUM TREMENS

EL ALMA MUERTA

EL ANOCHECER

EL CAMPO DE BATALLA

EL PEREGRINO

EL REGRESO

EL ÚLTIMO CANTO

En Cluny, Siglo XV. Bajo álamos de plata

EN COLONIA

En el ártico mar, bajo la grave

En el poniente

EN EL SILENCIO

EN GREAT PARK

En la vieja Colonia, en el oscuro

EN MARCHA

EN SUEÑOS

ÉXTASIS

¡Fue el combate espantoso, fue sangriento!

HOJEANDO UN LIBRO

Íbamos todos al río

LA BALADA DEL POETA

LA FLAUTA DEL PASTOR

LA NAVE ENTRE HIELOS

LA TONADA DEL BOYERO

LAS GARZAS

Leía y meditaba. Era la hora

Llegaron mis amigos de colegio

NUESTRA SEÑORA DE LOS LADRONES

Oh la paz y el silencio de los tiempos feudales

Oh mano larga y fina, mano que entre la bruna

PAISAJE

Por el parque, abstraída, bajo el cielo otoñal

Quiero el poeta ser de almas heridas

¿Quieres que hablemos? Está bien empieza

Se aleja el barco. Luz de madrugada

SU CORSÉ

Una flauta en la montaña

Volví después de muchos años. Todo

Ya aspiro los aromas de su huerto



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Respuesta  Mensaje 2 de 9 en el tema 
De: Ruben1919 Enviado: 06/12/2014 12:51
   Un ejemplo para aprender a aprovecharlo .... se busca el poema que uno quiere ....y de se da a audio para ser oído ....  aquí se le da a audio Donde dice Baltazar Botero y nos sentamos o acostamos a oir .....    
 
   A SOLAS

¿Quieres que hablemos?... Está bien... empieza:
Habla a mi corazón como otros días...
¡Pero no!... ¿qué dirías?
¿Qué podrías decir a mi tristeza?
No intentes disculparte... ¡todo es vano!
Ya murieron las rosas en el huerto;
el campo verde lo secó el verano,
y mi fe en ti, como mi amor, ha muerto.

Amor arrepentido,
ave que quieres regresar al nido
al través de la escarcha y las neblinas;
amor que vienes aterido y yerto,
¡donde fuiste feliz... ya todo ha muerto!
¡No vuelvas... Todo lo hallarás en ruinas!

¿A qué has venido? ¿Para qué volviste?
¿Qué buscas?... ¡Nadie habrá de responderte!
Está sola mi alma, y estoy triste,
inmensamente triste hasta la muerte.
Todas las ilusiones que te amaron,
las que quisieron compartir tu suerte,
mucho tiempo en la sombra te esperaron,
y se fueron... ¡cansadas de no verte!

Cuando por vez primera
en mi camino te encontré, reía
en los campos la alegre primavera...
toda esa luz, aromas y armonía.

Hoy... ¡todo cuán distinto! Paso a paso
y solo voy por la desierta vía.
—Nave sin rumbo entre revueltas olas—
pensando en las tristezas del ocaso,
y en las tristezas de las almas solas.

En torno la mirada no columbra
sino aspereza y páramos sombríos;
los nidos en la nieve están vacíos,
y la estrella que amamos ya no alumbra
el azul de tus sueños y los míos.

Partiste para ignota lontananza
cuando empezaba a descender la sombra.
...¿Recuerdas? Te imploraba mi esperanza,
¡pero ya mi esperanza no te nombra!

¡No ha de nombrarte!...¿para qué?... Vacía
está el ara, y la historia yace trunca.
¡Ya para que esperar que irradie el día!
¡Ya para que decirnos: Todavía!
Si una voz grita en nuestras almas: ¡Nunca!

Dices que eres la misma; que en tu pecho
la dulce llama de otros tiempos arde;
que el nido del amor no esta desecho,
que para amarnos otra vez, no es tarde.

¡Te engañas!... ¡No lo creas!... Ya la duda
echó en mi corazón fuertes raíces.
Ya la fe de otros años no me escuda...
Quedó de sueños mi ilusión desnuda,
¡y no puedo creer lo que me dices!

¡No lo puedo creer!... Mi fe burlada,
mi fe en tu amor perdida,
es ansia de una nave destrozada,
¡ancla en el fondo de la mar caída!

Anhelos de un amor, castos risueños,
ya nunca volveréis... Se van... ¡Se esconden!
¿Los llamas?... ¡Es inútil!... No responden...
¡Ya los cubre el sudario de mis sueños!

Hace tiempo se fue la primavera...
¡Llegó el invierno, fúnebre y sombrío!
Ave fue nuestro amor, ave viajera,
¡y las aves se van cuando hace frío!

Ismael Enrique Arciniegas


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Voz: Baltazar Botero Voz: Baltazar Botero
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Respuesta  Mensaje 3 de 9 en el tema 
De: Ruben1919 Enviado: 07/12/2014 14:59
EL BRINDIS DEL BOHEMIO

En torno de una mesa de cantina,
una noche de invierno,
regocijadamente departían
seis alegres bohemios.

Los ecos de sus risas escapaban
y de aquel barrio quieto
iban a interrumpir el imponente
y profundo silencio.

El humo de olorosos cigarrillos
en espirales se elevaba al cielo,
simbolizando al resolverse en nada,
la vida de los sueños.

Pero en todos los labios había risas,
inspiración en todos los cerebros,
y, repartidas en la mesa, copas
pletóricas de ron, whisky o ajenjo.

Era curioso ver aquel conjunto,
aquel grupo bohemio,
del que brotaba la palabra chusca,
la que vierte veneno,
lo mismo que, melosa y delicada,
la música de un verso.

A cada nueva libación, las penas
hallábanse más lejos del grupo,
y nueva inspiración llegaba
a todos los cerebros,
con el idilio roto que venía
en alas del recuerdo.

Olvidaba decir que aquella noche,
aquel grupo bohemio
celebraba entre risas, libaciones,
chascarrillos y versos,
la agonía de un año que amarguras
dejó en todos los pechos,
y la llegada, consecuencia lógica,
del “Feliz Año Nuevo”...

Una voz varonil dijo de pronto:
—Las doce, compañeros;
Digamos el “requiéscat” por el año
que ha pasado a formar entre los muertos.
¡Brindemos por el año que comienza!
Porque nos traiga ensueños;
porque no sea su equipaje un cúmulo
de amargos desconsuelos...

—Brindo, dijo otra voz, por la esperanza
que a la vida nos lanza,
de vencer los rigores del destino,
por la esperanza, nuestra dulce amiga,
que las penas mitiga
y convierte en vergel nuestro camino.

Brindo porque ya hubiese a mi existencia
puesto fin con violencia
esgrimiendo en mi frente mi venganza;
si en mi cielo de tul limpio y divino
no alumbrara mi sino
una pálida estrella: Mi esperanza.

—¡Bravo! Dijeron todos, inspirado
esta noche has estado
y hablaste bueno, breve y sustancioso.
El turno es de Raúl; alce su copa
Y brinde por... Europa,
Ya que su extranjerismo es delicioso...

—Bebo y brindo, clamó el interpelado;
brindo por mi pasado,
que fue de luz, de amor y de alegría,
y en el que hubo mujeres seductoras
y frentes soñadoras
que se juntaron con la frente mía...

Brindo por el ayer que en la amargura
que hoy cubre de negrura
mi corazón, esparce sus consuelos
trayendo hasta mi mente las dulzuras
de goces, de ternuras,
de dichas, de deliquios, de desvelos.

—Yo brindo, dijo Juan, porque en mi mente
brote un torrente
de inspiración divina y seductora,
porque vibre en las cuerdas de mi lira
el verso que suspira,
que sonríe, que canta y que enamora.

Brindo porque mis versos cual saetas
Lleguen hasta las grietas
Formadas de metal y de granito
Del corazón de la mujer ingrata
Que a desdenes me mata...
¡pero que tiene un cuerpo muy bonito!

Porque a su corazón llegue mi canto,
porque enjuguen mi llanto
sus manos que me causan embelesos;
porque con creces mi pasión me pague...
¡vamos!, porque me embriague
con el divino néctar de sus besos.

Siguió la tempestad de frases vanas,
de aquellas tan humanas
que hallan en todas partes acomodo,
y en cada frase de entusiasmo ardiente,
hubo ovación creciente,
y libaciones y reír y todo.

Se brindó por la Patria, por las flores,
por los castos amores
que hacen un valladar de una ventana,
y por esas pasiones voluptuosas
que el fango del placer llena de rosas
y hacen de la mujer la cortesana.

Sólo faltaba un brindis, el de Arturo.
El del bohemio puro,
De noble corazón y gran cabeza;
Aquél que sin ambages declaraba
Que solo ambicionaba
Robarle inspiración a la tristeza.

Por todos estrechado, alzó la copa
Frente a la alegre tropa
Desbordante de risas y de contento;
Los inundó en la luz de una mirada,
Sacudió su melena alborotada
Y dijo así, con inspirado acento:

—Brindo por la mujer, mas no por ésa
en la que halláis consuelo en la tristeza,
rescoldo del placer ¡desventurados!;
no por esa que os brinda sus hechizos
cuando besáis sus rizos
artificiosamente perfumados.

Yo no brindo por ella, compañeros,
siento por esta vez no complaceros.
Brindo por la mujer, pero por una,
por la que me brindó sus embelesos
y me envolvió en sus besos:
por la mujer que me arrulló en la cuna.

Por la mujer que me enseño de niño
lo que vale el cariño
exquisito, profundo y verdadero;
por la mujer que me arrulló en sus brazos
y que me dio en pedazos,
uno por uno, el corazón entero.

¡Por mi Madre! Bohemios, por la anciana
que piensa en el mañana
como en algo muy dulce y muy deseado,
porque sueña tal vez, que mi destino
me señala el camino
por el que volveré pronto a su lado.

Por la anciana adorada y bendecida,
por la que con su sangre me dio vida,
y ternura y cariño;
por la que fue la luz del alma mía,
y lloró de alegría,
sintiendo mi cabeza en su corpiño.

Por esa brindo yo, dejad que llore,
que en lágrimas desflore
esta pena letal que me asesina;
dejad que brinde por mi madre ausente,
por la que llora y siente
que mi ausencia es un fuego que calcina.

Por la anciana infeliz que sufre y llora
y que del cielo implora
que vuelva yo muy pronto a estar con ella;
por mi Madre, bohemios, que es dulzura
vertida en mi amargura
y en esta noche de mi vida, estrella...

El bohemio calló; ningún acento
profanó el sentimiento
nacido del dolor y la ternura,
y pareció que sobre aquel ambiente
flotaba inmensamente
un poema de amor y de amargura.

Guillermo Aguirre y Fierro


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Voz: Rodrigo Correa Palacio Voz: Rodrigo Correa Palacio
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Respuesta  Mensaje 4 de 9 en el tema 
De: Ruben1919 Enviado: 07/12/2014 15:04

 RIMA Lll

 

 Volverán las oscuras golondrinas
en tu balcón sus nidos a colgar,
y otra vez con el ala a sus cristales
        jugando llamarán.

  Pero aquellas que el  vuelo refrenaban
tu hermosura y mi dicha a contemplar,
aquellas que aprendieron nuestros nombres...
        ¡esas... no volverán!

  Volverán las tupidas madreselvas
de tu jardín las tapias a escalar,
y otra vez a la tarde aún más hermosas
        sus flores se abrirán.

  Pero aquellas, cuajadas de rocío
cuyas gotas mirábamos temblar
y caer como lágrimas del día...
        ¡esas... no volverán!

  Volverán del amor en tus oídos
las palabras ardientes a sonar;
tu corazón de su profundo sueño
        tal vez despertará.

  Pero mudo y absorto y de rodillas
como se adora a Dios ante su altar,
como yo te he querido...; desengáñate,
        ¡así... no te querrán!

autógrafo

Gustavo Adolfo Bécquer



Respuesta  Mensaje 5 de 9 en el tema 
De: Ruben1919 Enviado: 07/12/2014 15:08
    CANTARES

¡Ay! ¡Ay!
Más cerca de mí te siento
cuando más huyo de ti,
pues tu imagen es en mí,
es en mí,
sombra de mi pensamiento,
sombra de mi pensamiento.
¡Ay! Vuélvemelo a decir,
vuélvemelo a decir
pues embelesado ayer
te escuchaba sin oír
y te miraba sin ver,
y te miraba sin ver. ¡Ay!

Ramón de Campoamor


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Canción. Teresa Berganza Canción. Teresa Berganza
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Respuesta  Mensaje 6 de 9 en el tema 
De: Ruben1919 Enviado: 07/12/2014 15:16
    UNA NOCHE
    NOCTURNO III

    Una noche
una noche toda llena de perfumes, de murmullos y de música de älas,
    Una noche
en que ardían en la sombra nupcial y húmeda, las luciérnagas fantásticas,
a mi lado, lentamente, contra mí ceñida, toda,
      muda y pálida
como si un presentimiento de amarguras infinitas,
hasta el fondo más secreto de tus fibras te agitara,
por la senda que atraviesa la llanura florecida
    caminabas,
    y la luna llena
por los cielos azulosos, infinitos y profundos esparcía su luz blanca,
    y tu sombra
    fina y lángida
    y mi sombra
por los rayos de la luna proyectada
sobre las arenas tristes
de la senda se juntaban.
    Y eran una
    y eran una
¡y eran una sola sombra larga!
¡y eran una sola sombra larga!
¡y eran una sola sombra larga!

    Esta noche
    solo, el alma
llena de las infinitas amarguras y agonías de tu muerte,
separado de ti misma, por la sombra, por el tiempo y la distancia,
    por el infinito negro,
    donde nuestra voz no alcanza,
    solo y mudo
    por la senda caminaba,
y se oían los ladridos de los perros a la luna,
    a la luna pálida
    y el chillido
    de las ranas,
sentí frío, era el frío que tenían en la alcoba
tus mejillas y tus sienes y tus manos adoradas,
    ¡entre las blancuras níveas
    de las mortüorias sábanas!
Era el frío del sepulcro, era el frío de la muerte,
    Era el frío de la nada...

    Y mi sombra
    por los rayos de la luna proyectada,
    iba sola,
    iba sola
    ¡iba sola por la estepa solitaria!
    Y tu sombra esbelta y ágil
    fina y lánguida,
como en esa noche tibia de la muerta primavera,
como en esa noche llena de perfumes, de murmullos y de músicas de alas,
    se acercó y marchó con ella,
    se acercó y marchó con ella,
se acercó y marchó con ella... ¡Oh las sombras enlazadas!
¡Oh las sombras que se buscan y se juntan en las noches de negruras y de lágrimas!...

autógrafo
José Asunción Silva



Respuesta  Mensaje 7 de 9 en el tema 
De: Ruben1919 Enviado: 07/12/2014 15:30
  CANCIÓN PARA LA ESPOSA AJENA

Tal vez guardes mi libro en alguna gaveta,
sin que nadie descubra qué relata su historia,
pues serán simplemente, los versos de un poeta,
tras arrancar la página de la dedicatoria...

Y pasarán años... Pero acaso algún día,
o acaso alguna noche que estés sola en tu lecho,
abrirás la gaveta —como una rebeldía,
y leerás mi libro— tal vez como un despecho.

Y brotará un perfume de una ilusión suprema
sobre tu desencanto de esposa abandonada.
Y entonces con orgullo, marcarás la página...
Y guardarás mi libro debajo de la almohada.

autógrafo

José Ángel Buesa


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audio Voz: José Ángel Buesa
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Respuesta  Mensaje 8 de 9 en el tema 
De: Ruben1919 Enviado: 09/12/2014 06:25
LA CASADA INFIEL

a Lydia Cabrera y a su negrita

Y que yo me la llevé al río
creyendo que era mozuela,
pero tenía marido.

Fue la noche de Santiago
y casi por compromiso.
Se apagaron los faroles
y se encendieron los grillos.
En las últimas esquinas
toqué sus pechos dormidos,
y se me abrieron de pronto
como ramos de jacintos.
El almidón de su enagua
me sonaba en el oído,
como una pieza de seda
rasgada por diez cuchillos.
Sin luz de plata en sus copas
los árboles han crecido,
y un horizonte de perros
ladra muy lejos del río.

            *

Pasadas las zarzamoras,
los juncos y los espinos,
bajo su mata de pelo
hice un hoyo sobre el limo.
Yo me quité la corbata.
Ella se quitó el vestido.
Yo el cinturón con revólver.
Ella sus cuatro corpiños.
Ni nardos ni caracolas
tienen el cutis tan fino,
ni los cristales con luna
relumbran con ese brillo.
Sus muslos se me escapaban
como peces sorprendidos,
la mitad llenos de lumbre,
la mitad llenos de frío.
Aquella noche corrí
el mejor de los caminos,
montado en potra de nácar
sin bridas y sin estribos.
No quiero decir, por hombre,
las cosas que ella me dijo.
La luz del entendimiento
me hace ser muy comedido.
Sucia de besos y arena
yo me la llevé del río.
Con el aire se batían
las espadas de los lirios.

Me porté como quien soy.
Como un gitano legítimo.
Le regalé un costurero
grande de raso pajizo,
y no quise enamorarme
porque teniendo marido
me dijo que era mozuela
cuando la llevaba al río.

autógrafo

Federico García Lorca, 1928



Respuesta  Mensaje 9 de 9 en el tema 
De: Ruben1919 Enviado: 12/12/2014 13:33


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