Cada vez que te veo
mis ojos expresan lo que yo siento
y es tan grande el poder del sentimiento
que se tornan espejos.
A través del telón de tus pestañas
tus ojos interpretan pensamientos,
traducen, en idioma que no extrañan,
mis vocablos secretos.
Quiéreme al mirarme, vida mía,
como tú sólo lo haces.
Bésame con tus miradas cautivas,
aunque estemos distantes.
Si alguna vez se cegaran tus ojos
yo estaré junto a ti para gritarte
y repetirte, postrado de hinojos,
¡mírame amor mío… mírame!