Puede que nuestro cuerpo comience a resentirse a los 50, aunque no necesariamente nuestro espíritu. Diversos estudios sugieren que la felicidad aumentaría después de cumplir medio siglo de vida.
Edad y felicidad
El declive físico y mental que arriba con la edad, podría acarrear una mejor aceptación de las emociones negativas, como el enojo, la ansiedad y la tristeza, halló un estudio publicado en 2012 en la revista científica Journal of Personality and Social Psychology. Esto, a su vez, conduciría a un aumento del bienestar.
Un hallazgo parecido fue el de una encuesta conducida por Gallup en 2008, en la que se determinó que cuanto mayores eran los consultados, más felicidad reportaban. Basándose en este relevamiento, el profesor de psicología de la Universidad Estatal de Nueva York en Stony Brook, Arthur A. Stone, condujo un estudio que fue publicado en 2010 en la revista científica Proceedings of The National Academy of Sciences. Este encontró que los niveles de felicidad no serían constantes, sino que hasta los 50 años irían en descenso y, una vez alcanzado ese punto, empezaríamos a sentirnos cada vez más felices.
Acerca de los motivos de este fenómeno, Stone dijo al periódico The New York Times: “Podrían ser los cambios en el contexto, o los cambios psicológicos en la forma de ver el mundo, o bien podría ser una cuestión biológica, por ejemplo, por química cerebral o cambios endócrinos”.
La relación “a más edad, más felicidad”, también fue planteada por otra investigación publicada en 2011 en la revista científica Current Directions in Psychological Science. “Los mayores nos dan esta interesante paradoja: físicamente, se derrumban, y sin embargo, la pasan bien”, señaló Heather L. Urry de la Universidad de Tufts, coautora del estudio, en un comunicado de prensa de laAsociación para la Ciencia Psicológica de EEUU.
Urry y su colega James Gross explicaron en el reporte que existe la posibilidad de que los adultos mayores hayan aprendido a regular mejor las emociones: “Creo que mucha gente supone que las respuestas emocionales son de cierta manera y que no hay nada que uno pueda hacer al respecto, pero esto no es así”, indicó la investigadora.
Lo extraordinario y lo cotidiano
Una diferencia entre jóvenes y adultos mayores a la hora de buscar la felicidad, radicaría en que los primeros tenderían a buscar constantemente experiencias fuera de lo común que los ayudaran a definirse, de acuerdo con un estudio publicado en junio de 2014 en la revista científica Journal of Consumer Research, y reseñado en un comunicado de prensa de la Universidad de Chicago.
En cambio, la gente mayor tendría una mejor idea de quién es y habría definido ya su identidad, con lo cual encontraría la felicidad en sus tareas cotidianas.
Y tú, ¿qué opinas?
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