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Reduce Los Dolores Articulares Mientras Ejercitas
Correr y caminar son las formas más
fáciles, económicas e inmediatas
de hacer ejercicios para preservar
nuestro cuerpo saludable, bajar de
peso y mantenernos en forma.
Lamentablemente, la edad, las posibles
cirugías y problemas con las
articulaciones pueden causar que hacer
ejercicio se vuelva doloroso y
poco productivo. Si sufres de dolor de
articulaciones cuando corres o
caminas, no significa de debas parar,
sólo debes aprender a hacerlo de
la manera correcta.
Es por esta razón que quisimos darte algunos
consejos para evitar
el dolor y cualquier tipo de daño psíquico durante
tu entrenamiento.
1. Agrega entrenamiento de baja resistencia a tu rutina
Correr y caminar no son las únicas
actividades que tú puedes hacer.
Es recomendable que sean combinados
otros tipos de entrenamientos
que trabajan la resistencia cardiovascular
y que no ejerzan presión
sobre las articulaciones. Estos pueden ser
ejercicios elípticos
(en la máquina de elípticos), ciclismo, natación,
baile, etc., que además,
mejorarán tu habilidad para correr. Puedes
intentar la combinación
de 3 entrenamientos corriendo, con 2
entrenamientos de baja resistencia
por semana, en lugar de correr toda
la semana.
2. Consume menos yodo
Una dieta que incluya pequeñas
cantidades de yodo puede reducir
los síntomas de la artritis y otras
dolencias, al mismo tiempo
que permite al cuerpo tener una mejor
recuperación luego del ejercicio.
Algunos alimentos que deberías evitar:
Productos lácteos
Yemas de huevos
Masas
Productos de soja
Chocolate (excepto el chocolate amargo)
Algunos alimentos que deberías consumir:
Frutas y vegetales frescos
Miel
Nueces
Claras de huevos
Pasta
3. Sal de la ruta y el pavimento
Correr o caminar en superficies de
concreto hace que tus
articulaciones sufran golpes duros, por el
contrario, hacerlo en
superficies blandas, como en la playa, en
explanadas de tierra o
césped, es mucho más indulgente para sus
articulaciones e infligirá
menos daño. Incluso si corres sobre una ruta
de tierra, cada
paso que des será diferente e impactará en un punto
distinto en las
articulaciones, de esta manera el resultado suele ser
mejor,
ya que la presión ejercida no será en la misma parte una y otra
vez.
4. Corre de la manera que desees
Si ya padeces de dolores en las
articulaciones, evita correr en
un ritmo predeterminado, especialmente
cuando tienes que luchar
para lograrlo y ya sientes que es mucho
esfuerzo. Corre de
acuerdo a como sientas que es más acorde a tus
necesidad
y mantente atento a tu respiración. Esfuérzate en función de
tu
condición física y el nivel de dolor que puedas experimentar.
Esfuerzo bajo - Tienes que poder hablar mientras corres, de lo
contrario lo estás haciendo más rápido de lo debido.
Esfuerzo medio- Un nivel más alto, en donde puedes escuchar tu
respiración claramente, pero aun puedes controlarla.
Esfuerzo alto- Tu respiración debe
ser trabajosa y tú te estas esforzando,
pero aun en control. Si no
sientes que controlas tu respiración,
has cruzado la línea entre el
esfuerzo alto y el esfuerzo que te hará daño.
5. Ejercita regularmente
Distintos estudios han demostrado que
la actividad física regular puede
ayudar a protegerte de distintas
problemáticas de salud, tanto a
corto y largo plazo. Debes estar en
constante movimiento, intenta
no dejar de ejercitar por largos periodos
de tiempo y luego, repentinamente,
volver a ejercitar fuertemente,
porque esa es
una de las formas más comunes de lastimarte. Cuanto más
regularmente
ejercitas, mejor se conservarán tus articulaciones.
6. Haz un buen calentamiento
Correr con los músculos fríos puede
agravar el dolor de las articulaciones.
Tomate un tiempo de
calentamiento para incrementar el flujo de sangre
hacia los músculos con
los que trabajarás. Puedes tomar una ducha caliente
antes y después de
correr para ayudar a calentar los músculos desde
afuera. Este es un
método especial para aquellas personas que
corren en tempranas y frías
horas de la mañana.
7. Cambia tu calzado deportivo periódicamente
Primero, debes invertir en un buen
calzado deportivo que le quite
presión a las articulaciones. Segundo,
cambia ese calzado cada
500-650 km de uso. ¿Por qué? Porque no importa
que tan
buenos sea el calzado, perderán la habilidad de proteger tus
articulaciones de los golpes luego de un periodo de tiempo.
8. Reduce las carreras o caminatas de larga distancia
El concepto de larga distancia es muy
subjetivo, es aquella
distancia que se siente larga para cada individuo
y la resistencia
que tenga su cuerpo. Si disfrutas de correr distancias
largas
durante el fin de semana, es buena idea dejar que tu cuerpo
se
recupere. En lugar de hacer ese largo recorrido en el fin de
semana,
hazlo cada dos o tres semanas, de manera de no
sobre esforzar a tu
cuerpo. Muchas personas se sienten
mejor haciendo recorridos de
distancias largas en lugar
de unos pocos ejercicios, especialmente
cuando vamos envejeciendo.
9. Intenta combinar correr y caminar
En lugar de ejercer presión a tus
articulaciones durante todo tu entrenamiento,
combina 3 o 4 minutos de
correr con 1 o 2 de caminar. Podrás sentir la
diferencia desde el primer
entrenamiento, y tus articulaciones te estarán
agradecidas por los
pequeños recreos sin presión.
Ojala nos ayude a todos un poquito para vivir mejor y disfrutar
de lo que nos agrade saludos y un buen dia Miercoles Ceci