Un hombre se encontraba en su lecho
de muerte, rodeado de sus seres queridos. Cuando se acercaba la hora, el
hombre juntó sus últimas fuerzas y murmuró: “Llegó el momento de
contarles mi gran secreto.”
Llenos de curiosas, los miembros de su familia lo incitaron a que continuara.
“Antes de casarme, lo tenía todo”,
explicó, “autos deportivos, mujeres espectaculares, y más dinero del que
imaginan. Hasta que un día, un buen amigo me aconsejó que me casara y
formara una familia, ya que de lo contrario no tendría a nadie que me
alcance un vaso de agua en mi lecho de muerte.
Entonces seguí su consejo y cambié a
las mujeres por una esposa, la cerveza por comida para bebé, y la
Ferrari por fondos universitarios para mis hijos. Ahora, aquí estamos ¿y
saben una cosa?”
“¿Qué?”, respondió su familia con fascinación.
“¡Ni siquiera tengo sed!”
Todo esos cambios por nada!!! Ceci
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