CÓMO CUIDAR A LOS CARISMÁTICOS Y ACOSADOS OSOS HORMIGUEROS
Los hormigueros son mamíferos especializados en consumo de insectos, en particular hormigas y termitas. Un hormiguero gigante consume hasta 30.000 día, siendo un control biológico importante. En la foto una Tamandúa mexicana.
Carismáticos, de hocico particular, grandes o pequeños, perseguidos y aún desconocidos, importantes en el ecosistema, los osos hormigueros son otros habitantes de Colombia.
Las cuatro especies existentes se encuentran en amplias regiones del territorio nacional (tres de ellas en Antioquia), a donde llegaron desde tiempos prehistóricos: el hormiguero gigante (Myrmecophaga tridactyla), que es la de mayor tamaño; tamandúa del norte (Tamandua mexicana); tamandúa del sur (Tamandua tetradactyla); y la gran bestia u hormiguero de seda (Cyclopes didactylus).
De hocico alargado, lengua larga y protrusible, gran cola igual o mayor a la longitud cabeza-cuerpo y un peso de 150 gramos a 52 kilos, son animales muy llamativos.
Pertenecen al superorden Xenarthra, en el que figuran además armadillos y perezosos, pero son clasificados en el orden Vermilingua.
Son de los mamíferos más antiguos de Suramérica: surgieron en el Cenozoico, era de expansión de los mamíferos tras la extinción de los dinosaurios.
Pese a su antigüedad y presencia, existen muchos vacíos sobre sus hábitos, sus amenazas y estado de conservación.
La Fundación Cunaguaro con sede en Casanare con apoyo de Geopark y el concurso de varias instituciones, publicó el Manual de Rehabilitación de Hormigueros en Colombia que recopila la información sobre ellos y presenta una guía para su manejo en cautiverio.
Por su carisma son extraídos de su medio, víctimas de tráfico ilegal y tras su incautación o entrega deben ser manejados con cuidado. El hormiguero gigante, por ejemplo se halla en condición vulnerable. Es el más perseguido y su población se ha reducido 30%.
Pero no es la única amenaza. César Rojano, médico veterinario de Cunaguaro y uno de los editores junto a Laura Miranda y Renzo Ávila, habló con El Colombiano sobre los osos, advirtiendo que “si bien no se conoce a profundidad el estado de las poblaciones, se tiene información de que las tamandúas y los hormigueros de seda están más presentes en zonas boscosas debajo de los 1.500 msnm en todo el territorio”.
La tamandúa del norte habita en la región Caribe, el valle del río Magdalena, y las zonas bajas de las Cordilleras Central y Occidental, la tamandúa del sur al oriente de la Oriental, en los Llanos Orientales y la Amazonía. El hormiguero gigante en todo el territorio nacional, en zonas boscosas y de sabana por debajo de los 1.000 msnm.
En Antioquia se hallan la tamandúa del norte, el hormiguero gigante y el de seda. “En el Valle de Aburrá y zonas boscosas se han registrado la tamandúa del norte y el hormiguero de seda, y el gigante hacia las zonas bajas y el valle del río Cauca. Sin embargo, es necesario complementar esta información, ya que existen vacíos de conocimiento”.
Peligros
La mayor amenaza es la destrucción del hábitat. Si bien pueden tolerar hábitats intervenidos, la transformación de los bosques para ganadería y agricultura pueden disminuir considerablemente sus poblaciones, dice Rojano. “Otra de las amenazas es el atropellamiento. A diario mueren cientos de todas las especies en las carreteras”. Una amenaza que puede afectar considerablemente las especies: tienen tasas de reproducción bajas y sus densidades poblacionales han disminuido por la transformación del hábitat. “También los conflictos con perros en zonas rurales causan la muerte de cientos al año”.
Las más traficadas como mascotas son las tamandúas, por ser carismáticas. Y la dificultad para mantenerlas en cautiverio por sus dietas especializadas, hace que mueran durante el tráfico, o que los tenedores las entreguen a las autoridades ambientales. Cada año entran cientos a los centros de fauna silvestre de todo el país.
El gigante se trafica como mascota, pero son cazados como trofeos y para extraer su piel, y se han registrado usos medicinales. Algunas comunidades los cazan para tomar su sangre por mitos sobre poderes que confieren los hormigueros, principalmente fuerza bruta.
Razones de sobra para cuidar los osos. Sí, una Colombia con hormigueros.