Señor:
Asiste desde el cielo a todos los enfermos del mundo; sostiene a quienes han perdido toda esperanza de curación; consuela a quienes gritan o lloran por sus tremendos dolores; protege a quienes no pueden atenderse o medicarse por falta de recursos materiales o ignorancia; alienta a quienes no pueden reposar porque deben trabajar; vigila a quienes buscan en la cama una posición menos dolorosa.
Acompaña a quienes ven que la enfermedad frustra sus proyectos; alumbra a quienes pasan una “noche oscura” y desesperan; toca los miembros y músculos que han perdido movilidad; ilumina a quienes ven tambalear su fe y se sienten atacados por dudas que los atormentan.
Apacigua a quienes se impacientan viendo que no mejoran; calma a quienes se estremecen por dolores y calambres; concede paciencia, humildad y constancia a quienes se rehabilitan; devuelve la paz y la alegría a quienes se llenaron de angustia.
Disminuye los padecimientos de los más débiles y ancianos; Dale fortaleza a los que se encuentran solos... vela junto al lecho de los que perdieron el conocimiento; guía a los moribundos al gozo eterno; conduce a los que más lo necesitan a tu encuentro Señor; bendice abundantemente a quienes los asisten en su dolor, los consuelan en su angustia y los protegen con caridad.
Dales consuelo y fortaleza a sus familias Padre.
Amén! Amén! Amén!