Tal vez en otros tiempos la de este sábado hubiera sido una mañana de sosiego para el primer teniente Alberto Velázquez Almaguer, una para dormir un poco más de lo habitual y despertar junto a su pequeño. Pero desde que fuera establecida la fase recuperativa para las provincias afectadas por el paso del huracán Irma, integra las brigadas de jefes, oficiales, cadetes, soldados y trabajadores civiles de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) que recorren durante el día y parte de la noche las calles capitalinas, machetes, palas y motosierras en mano, para acelerar las labores de higienización.
Lo hace, dice, porque es su deber como oficial de las FAR, como padre y como cubano, «porque ahora el combate es en las calles y nuestras armas, estos instrumentos. Solo así se podrán evitar brotes de epidemias y enfermedades infecciosas, agilizar la solución de las fallas eléctricas y las líneas telefónicas aún pendientes, y recuperar la ciudad».
Con él coincide Pedro David Guerra Zamora, joven de solo 18 años de edad, a quien lo sorprendieron las luces del alba, motosierra en mano, desbrozando árboles caídos, o en peligro de hacerlo. Natural de Granma, desde hace tres días se incorporó a los grupos de uniformados que laboran incansablemente por rehabilitar la ciudad y aquí, precisó, permanecerá hasta que todo vuelva a la normalidad.
Los medio técnicos de las FAR son mayormente operados por jóvenes. Foto: Roberto Ruiz
Pero no solo quienes manejan sofisticados equipos de volteo, maniobran con agilidad las máquinas cortadoras o empuñan el machete, se integran a la recuperación. De bata blanca, el joven teniente Ernesto César González Delgado, residente de segundo año de Medicina General Integral, también trabaja por el éxito de la misión de país a la que estamos todos llamados. Su prioridad es velar por la seguridad física y la salud de quienes sorteando las difíciles situaciones del terreno y las características de los desechos que manejan, trabajan por garantizar la más rápida recuperación de la capital.
«Aquí en el terreno hacemos desde trabajo preventivo para explicarles cómo hacer un mejor y más seguro uso de los equipos hasta las medidas higiénico sanitarias a seguir tras el contacto con los desechos sólidos que trasladan hacia los camiones. Su integridad física es una prioridad en todo momento», dijo.
Y es que, como informó a la prensa el general de división Onelio Aguilera Bermúdez, jefe del Ejército Occidental, las FAR puso a disposición de la recuperación capitalina fuerzas y medios provenientes de todo el país, «porque la tarea es recuperar, y si algo distingue al cubano es su sentido de solidaridad», pero con el aseguramiento médico y logístico necesario para garantizar la calidad de la acción y la preservación tanto del personal como de los equipos.
Sobre las labores desempeñadas este sábado explicó que fue un trabajo conjunto de todas las fuerzas y medios de este mando militar con las unidades de subordinación directa del Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, y que contaron con la colaboración de una brigada de Pinar del Río y otra proveniente de la Región Militar de Artemisa para trabajar, principalmente, en el tramo comprendido entre el hospital Hermanos Ameijeiras hasta el túnel de Línea, y de ahí hasta Jaimanitas.
Como elemento a destacar, apuntó, la mayoría de las fuerzas que trabajan desde los primeros instantes en el territorio habanero no superan los 19 años de edad, pero por su responsabilidad y disciplina son quienes manejan la mayor cantidad de medios técnicos operativos destinados a la tarea.
El Minint también en la primera línea
Otra considerable fuerza que se incorporó desde bien temprano a las labores recuperativas fue el Ministerio del Interior (Minint), y dentro de esta, miembros del Instituto Superior del Minint Eliseo Reyes, quienes este sábado ayudaron a rehabilitar arterias aún afectadas por la acumulación de desechos sólidos en el municipio de Plaza de la Revolución.
Plaza de la Revolución sintió el impulso de los jóvenes del Minint. Foto: Roberto Ruiz
Sus integrantes, jóvenes en su mayoría, tampoco creen en regionalismos ni dificultades a la hora de cumplir con la misión asignada. Bien lo saben los cadetes de quinto año Michelt David Olivares Mestril y Javier Pérez de Prado Hernández, naturales de Matanzas y Sancti Spíritus, respectivamente.
Sus provincias fueron seriamente afectadas por Irma, pero desde el primer momento se han entregado a la recuperación de la capital. Saben que Cuba es una sola en estos difíciles momentos, y que de la misma manera que ellos contribuyen con la rehabilitación de los barrios habaneros, otros les devuelven la vitalidad a sus territorios.
Los más pequeños también se sumaron a la limpieza e higienización de los barrios. Foto: Roberto Ruiz
Lo más importante, expresó Olivares Mestril, es no ceder en el trabajo alcanzado y poner todo nuestro empeño en que la tarea que se nos ha asignado salga con calidad. «No hay nada más gratificante que ver cómo las personas se van sumando cuando ven el trabajo que hacemos, y el cambio radical de las zonas por donde ya pasamos; saber que nuestro aporte es significativo».