"Posiblemente Jair Bolsonaro rompa relaciones con Cuba y Venezuela y mude la representación diplomática de Brasil en Israel a Jerusalén", sostuvo Frei Betto, teólogo brasileño y uno de los máximos exponentes de la Teología de la Liberación, en relación con un hipotético gobierno del candidato ultraderechista.
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Betto aseguró que Estados Unidos apuesta fuertemente por un triunfo de Bolsonaro en la segunda vuelta —que tendrá lugar el próximo 28 de octubre-, y de hecho ya ha colaborado desde canales no oficiales.
"Toda la campaña de Bolsonaro fue armada por sectores evangélicos de EEUU. Hay un grupo de extrema derecha de origen norteamericano, el Insituto Millenium, representado por el economista Paulo Guedes, que actúa en Brasil para organizar y formar a una generación de jóvenes de derecha muy beligerante", apuntó.

La Iglesia católica frente a la necesidad de expandir su influencia en Asia

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Asimismo, el especialista evaluó el reciente acuerdo alcanzado entre China y el Vaticanopara el nombramiento de obispos.
"El Vaticano va a aceptar como legítimos a los obispos nombrados por el gobierno chino. El nombramiento de los obispos es siempre una negociación con el poder político. Esto legitima la presencia de la Iglesia en China y vamos hacia la normalización de relaciones. Es una negociación. Gana el gobierno chino y gana la Iglesia. La clave es abrir canales de comunicación y escuchar no solo los temas que le interesan a la Iglesia sino a estos países. Esto lo ha hecho Bergoglio con China, con India y con las dos Coreas", aseveró.
Uranga también evaluó el impacto de las denuncias de abuso sexual en la Iglesia católica y la canonización de monseñor Romero.
En el programa se informó a su vez acerca de la aprobación de la ley integral para personas transgénero en Uruguay; la expulsión de la encargada de Negocios ecuatoriana de Venezuela, luego de que Quito echara a la embajadora venezolana del país; la retirada de minas del Área de Seguridad Conjunta, como parte de lo acordado por las dos Coreas; y la detención en España del juez peruano César Hinostroza, quien había huido hacia Madrid, acusado de patrocinio ilegal, tráfico de influencias y organización criminal.